Una de las cosas que más gracia nos hace a los humanos es ver alguien cagarla y sufrir una y otra vez. La risa es la manera natural que tenemos de liberar tensión y relajarnos, enviando un mensaje a nuestro cuerpo de que todo está bien, que el dolor lo carga otro.
En el teatro y en el cine, la comedia que exagera la violencia física tiene un nombre: slapstick. Grandes figuras como Charles Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd popularizaron la comedia de mamporros, una garantía de diversión dónde, cuanto más gorda la hacen, más risa provoca. Golpes, porrazos, despedidas, plantadas amorosas, caídas desde azoteas, electrocutaciones bestiales… Esta es solo una pequeña muestra de la divertida tortura que sufrirá el Loser, el último miembro de una estirpe ancestrales de Losers que lo han ido cagando desde tiempo immemoriables, que luchará con cuerpo y alma para convertirse en un triunfador.