Diumenge es uno de aquellos montajes que no se procesan con la cabeza sino con otro cosa. Joan Brossa, uno de nuestro país, dibuja en Diumenge un retrato libre y poético de la sociedad catalana de la década de 1960, todavía bajo el mandato de la dictadura franquista.
Imágenes sugerentes, poesía, una puesta en escena sencilla y unos actores impecables hacen de Diumenge uno de aquellos espectáculos para ir a disfrutar y dejarse llevar por su poder evocador. Todo un placer.