Y esto de la ópera líquida no se habrá inventado por mí. Este Dido y Eneas de nombre largo, larguísimo, quiere ser una relectura del libro IV de la Eneida de Virgilio en clave contemporánea, o sea Unión Europea, mercados, etc… Yo estoy abierto a todo, pero me parece que esta vez se ha especulado demasiado, hasta llegar a ese punto que algunos filósofos etiquetan como «paja mental». Buena puesta en escena, buenos intérpretes, pero el resto… Me da la impresión de que cuatro compositores diferentes son demasiado peña para una sola obra.
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