La forma y el movimiento de la tierra han sido unas de las preocupaciones de los filósofos y científicos desde la antigüedad. En la Edad Media, momento en el que la Iglesia tenía el poder sobre el conocimiento, ir en contra del pensamiento del momento podía suponer la muerte en manos del tribunal de la Inquisición. Por eso Galileo pronunció “Eppur si muove” después de haber abjurado de la visión heliocéntrica del mundo. Otra teoría descartada por los científicos fue el terraplanismo aunque en la segunda década del siglo XXI hubo una difusión masiva por la facilidad de acceso a internet y amparándose en teorías conspirativas de los estados.
Este texto de Marc Angelet y Jordi Casanovas aprovecha esta falacia para poner de manifiesto el miedo que da todavía el pensamiento diferente contra el que hay que luchar y que las conspiraciones más cercanas pueden darse entre amigos. Cuatro amigos que se conocen desde que eran pequeños se encuentran porque la mujer de uno de ellos es terraplanista y quieren hacerle “una intervención” psicológica de grupo para sacárselo de la cabeza.
Un engranaje perfecto bajo la dirección de Jordi Casanovas que va dando giros argumentales y contragiros de tal modo que los cuatro amigos, desmontando rigideces y a modo de psicoanálisis colectivo consiguen un final terapéutico para todos. Los secretos más ocultos que por escondidos no son complicados, lo que parecen extravagancias o patologías extrañas se clarifican, todo se vuelve sencillo por el mero hecho de ponerlo sobre la mesa, de contárselo a los amigos de siempre. La verdad fortalece las relaciones. Nada se rompe sino que después de un tsunami emocional, todo vuelve a su sitio de manera mejorada. Para llegar aquí han aparecido temas de rabiosa actualidad, sorpresas en clave de humor por los cambios repentinos de la situación.
En esta obra hay de todo, tópicos, exageraciones, defensas enconadas del ecologismo y de la libertad sexual, del pensamiento individual y la crítica al control excesivo de los demás.
Todo esto con un cartel de lujo: Eduard Farelo, Mia Esteve, Áurea Márquez y David Vert, que dan vida a los cuatro amigos y muestran el peligro de los secretos, el mal que producen las cosas no dichas en el momento que tocaba y cómo puede ir creciendo y deteriorando la relación entre ellos. Una pieza redonda.