Sí, ya sé que ya le he puesto 5 aplausos y lo veis, pero vuelvo. IMPRESCINDIBLE. IM-PRES-CIN-DI-BLE. Obra brutal, impresionante, cínica, divertida, denigrante, irreverente, cruda, políticamente incorrecta… Dura, muy dura. Con una dirección de Magda Puyo atrevida e inteligente y dos actrices (Mireia Trias y Judit Farrés) que lo dan todo -absolutamente todo- en el escenario y que están espectaculares.
Confidències a Al·là es la adaptación de una novela de la escritora Saphir Azzeddine que se pregunta cómo se puede llegar a ser libre cuando está destinado a la sumisión. La protagonista es la Jbara, una pastora bereber que mientras se prostituye, confía sus pensamientos a Alá. Y lo hace con una sinceridad y una crudeza ante la que es imposible permanecer indiferente. «Soy más puta yo para abrirme de piernas que mi padre para bajar siempre la cabeza y lamerle el culo al imán?». PAM. «Bajo el velo se esconde la libertad. Puedo hacer todo lo que quiera mientras me tape «. Sí, el velo le sirve para esconder la ropa atrevida y el maquillaje para ir a prostituirse… Hipocresía y más hipocresía.
Uno de los grandes aciertos es que Jbara nos narre su viaje vital a dos voces. Las dos actrices interpretan el mismo personaje y eso, lejos de restar hacernos capacidad de identificación, de empatizar con ellos, nos acerca más. La protagonista puede hablarse a sí misma e incluso hacerse cuestiones incómodas mediante el diálogo entre las dos actrices y nos muestra muchos matices. En otros momentos, mientras una narra la otra lo escenifica con imágenes que, además, son muy potentes, o canta, baila, llora… e incluso adopta momentáneamente otro personaje. Y otro acierto es que nos hace reír, con momentos sobrecogedores, cínicos e irreverentes sí, pero nos ayuda a respirar, aunque sea por un instante, para enfrentarnos a la miseria, la violencia y la opresión que sufren (sufrimos) las mujeres. Id, yo me voy a comprar la novela!