Nunca había visto un cómico que sin la preciada catapulta de la televisión hiciera un espectáculo de humor con tanta repercusión y solvencia como Cincuenta sombras de Andreu. El show ha pasado, en lo que dura una temporada, de las sesiones golfas del Teatro del Raval, a tres funciones semanales en el Club Capitol. ¡Poca broma! Estamos ante mucho más que un título oportuno que llama la atención. Se trata de un espectáculo que ha activado la mejor, la más antigua y la más honesta de todas las promociones: el boca-oreja. Cincuenta sombras de Andreu te arrancará risas aunque no quieras. Enhorabuena Andreu y Rocío, es esperanzador ver como las cosas bien hechas caen por su propio peso. De verdad que merece la pena. ¡No te lo pierdas!
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