Este es el lema de este montaje, que explora cuáles son las fuerzas que nos empujan diariamente a salir de la cama y hacer las actividades más inútiles (entre ellas, cómo, no el arte). Con una combinación original y fresca de texto, teatro físico y clown, unos personajes socarrones, irónicos y memorables, un sentido del humor totalmente gamberro y más de una golpe escondido, La conquista de lo inútil nos habla de la crisis de madurez y del precio a pagar para dedicarse al arte como nunca nadie lo había hecho antes. Un montaje inteligente, divertido y muy recomendable. ¡Ojalá vuelva a visitar nuestra ciudad!
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