Palabras domadas y mujeres libres

Carolina o la doma de un leopardo

Carolina o la doma de un leopardo
30/05/2019

Salvándose del precipicio del olvido, nos llega el eco de Carolina María de Jesús: mujer, negra, soltera, pobre y semianalfabeta. Su voz, que en los años sesenta se expresó a través de diarios personales, lo hace actualmente -con fuerza e ímpetu- mediante la obra Carolina o la doma de un leopardo. En ella, su autora Eva Hibernia nos presenta la mujer que testimonió en palabras el mutismo de los favelistas que nunca tuvieron -ni tienen- oportunidad ni referentes. Ni tampoco pan. Carolina -nos dice Hibernia- escribe desde el hambre. Y también desde el dedo que la enjuicia y la iglesia que la ha rechazado. Y desde el llanto de sus hijos. Aunque no lo hace sola. Cuenta con Clotilde, una vieja gallina que siempre la ha acompañado. También ahora, en la antesala de su muerte, cuando Carolina compartirá con el espectador sus logros y ensoñaciones como mujer, su comicidad y su enojo como persona, sus delirios y su lucidez como poeta. Y es que Carolina tiene 3 cabezas: la que da asombro, la que da miedo y la que da risa. Y todas ellas son interpretadas camaleónicamente por una única protagonista: Kelly Lua. Todo un portento escénico domando un texto rítmico y afilado. Una actriz versátil representado a una mujer inspiradora, a Carolina, a Carolina o la doma de un leopardo.

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