Vaya por delante que este es un espectáculo nuevo, con un mirada divertida a estos tiempos de pandemia que nos toca vivir, a través de la caricatura de sus protagonistas más mediáticos. A los pocos minutos de empezar el actor nos regala una divertidísima imitación de Fernando Simón. Pero One Man Show también tiene parte de antología. Los seguidores del artista no le perdonarían salir del teatro sin su dosis de Boris Izaguirre o la Pantoja de Puerto Rico, por ejemplo, y Carlos Latre lo sabe y no los decepciona cuando aún la recta final del show.
No se puede negar que Carlos Latre está en plena forma. Su capacidad de caricaturizar es inimitable. Se transforma una y otra vez … a veces en pocos segundos, aunque en algún punto, las transiciones más complicadas cortan el buen ritmo del espectáculo. Pero prevalece que Carlos Latre imita a todo Cristo, juega con el lenguaje, canta en múltiples registros y baila con gracia, Para diversión del público y para su propia diversión. Latre disfruta haciendo lo que hace y eso se nota durante la hora y media de entregado espectáculo.
Id a verlo. Reiréis con ganas. Que buena falta nos hace a todos.