Blues es una obra teatral escrita por Sergi Pompermayer, pero dirigida por Norbert Martínez y producida por la Sala Beckett y La Brutal. Gemma Brió, Eduard Buch, Esmeralda Colette y Xicu Masó son los que dan voz a los cuatro personajes principales, los cuales representan excelentemente la vida familiar cotidiana expuesta a una situación excepcional, como puede ser un ataque terrorista.
La obra cuenta con un atrezo espectacular, al cual no le falta absolutamente nada. Incluso, la función se apoya en determinadas ocasiones en un montaje musical y audiovisual muy potente también. Estos dos apoyos comunicativos hacen que el espectador no tenga que imaginar nada más allá de la palabra y los gestos. Es por este motivo que en la obra es mucho más importante la palabra que la acción en sí.
Aunque el espectáculo contenga poca acción y la palabra se convierta en la protagonista, la función no pierde en ningún momento dinamismo, ya que los monólogos y las conversaciones están llenas de expresividad, emotividad y fuerza. En este espectáculo la palabra se convierte de manera brillante en la propia acción.
Un aspecto negativo a remarcar, relacionado con lo anterior, es que, en determinadas escenas, el espectáculo adquiere una noción simbolista en la que no siempre queda del todo claro que se pretende transmitir. Aunque estas situaciones queden un poco en el aire, el sentido general de la obra no se ve para nada afecto.
Como conclusión, cabe remarcar que se trata de una obra que a través de la potencia de la palabra es capaz de representar de manera muy real los problemas de una familia común, acercándose así al público. Por todo esto comentado, consideramos que es una obra altamente recomendable, ya que además los temas tratados son de total actualidad y consiguen que el espectador se sienta reflejado y reflexione sobre ellos.