Miedo a morir por los propios ideales

¡Ay, Carmela!

¡Ay, Carmela!
31/03/2018

Bajo la dirección de Víctor Álvaro, llega al teatro Almería ¡Ay, Carmela!, la conocida obra de José Sanchis Sinisterra. Se trata de una obra con mucha reputación, pues el propio texto gozó de su fama e incluso tuvo una adaptación cinematográfica en 1990 dirigida por Carlos Saura.

Representar o adaptar un texto que tiene tal reputación es siempre una tarea difícil. En muchas ocasiones las adaptaciones pueden pecar de demasiado ambiciosas, o de poco respetuosas ante el texto. Pese a esto, en este caso la adaptación acierta mucho en lo que se refiere a la esencia del texto original de Sinisterra. Se trata de una representación fidedigna del texto que presenta una dirección y una producción consciente hacia la obra.

Con una puesta en escena simple y humilde, las actuaciones del elenco (Savina Figueras haciendo de Carmela y Frank Capdet haciendo de Paulino) consiguen crear el escenario necesario para la obra. Gracias a la conexión del público con las actuaciones y a las propias evocaciones (muchas veces derivadas de las gesticulaciones de los actores), el espectador acaba transportándose a un teatro de Belchite en 1938.

Se trata de una obra desgarradora que muestra, con tan solo dos personajes, la crudeza que supone una guerra civil y de la cual se deriva una reflexión metateatral importante. Una buena actuación hace que el público conecte emocionalmente con los actores y sienta esa pena, ese riesgo que se desprende de estar en la trinchera errónea. La obra acaba por implicar al espectador, a hacerle formar parte de una acción, de un teatro en Belchite en el cual se acaba por plantear un dilema importante: ¿Hasta qué punto es respetable renunciar a los ideales con tal de salvar la propia vida?

En síntesis, se trata de una muy buena adaptación de la obra de Sanchis Sinisterra que integra al público en una atmósfera de dolor y de riesgo en plena guerra civil. Pese a esto, en mi experiencia personal no pude acabar de disfrutar de la obra (perdí el hilo y desconecté en momentos importantes) debido a un par de incidentes no relacionados con la obra (un móvil sonando, gente llegando tarde a la representación e iluminando la sala…), cosa que me hizo no disfrutar tanto como creo que se merece la representación.

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