El profundo sufrimiento del alma humana

Anna Alarcón: Psicosis de las 4.48

Anna Alarcón: Psicosis de las 4.48
13/11/2020

La pandemia nos ha cerrado los teatros, nos ha cerrado puertas pero nos ha abierto ventanas. Ayer se abrió una ventana por la que entraba aire fresco de esperanza. Pude asistir desde casa, en el sofá y en streaming a la representación de esta obra que se estrenó en 2015, que ha viajado por Sudamérica y ahora ha vuelto a Temporada Alta. Fue una experiencia fantástica. Éramos más de 60 personas con una jefa de sal que hizo la presentación y moderó el coloquio final. Es una experiencia que estoy segura que se incorporará al mundo del teatro simultaneando con la forma presencial de manera que se podrá ampliar mucho el público. A pesar del desánimo actual, estoy convencida que la cultura saldrá reforzada.

El texto es de Sarah Kane, dramaturga inglesa que acabó con su vida a los 28 años en un hospital psiquiátrico de Londres en el que se había ingresado voluntariamente. Psicosi a las 4:48 se estrenó después de su muerte. Las obras que escribió un año antes trataban de la violencia de los psiquiatras y del dolor de los pacientes con trastornos mentales.

El monólogo empieza de manera brusca con un lenguaje duro y desgarrador. El personaje, hundido en un pozo oscuro y profundo, describe de una manera rápida y cruel su fracaso, el sentimiento de rechazo, la soledad, el miedo, el asco, la angustia, la rabia y la incapacidad de amar. Poco a poco el monólogo se va abriendo, se va organizando en forma de escenas no bien delimitadas pero que transmiten una estructura clara.

Es un texto honesto que nos habla del sufrimiento humano, del dolor de la mente, del suicidio como liberación. Es una crítica a la psiquiatría convencional por su incapacidad de llegar al fondo del alma humana.

Aunque es un montaje para una sola actriz, algunas veces se ha representado con otros personajes como el médico que actúa de contrapunto, de voz de la razón que refleja el sufrimiento de la protagonista.

Fue una experiencia desconocida. Anna Alarcon nos hablaba a cada uno de nosotros, nos miraba a los ojos y nos transmitía desde el fondo de su alma atormentada todos los sentimientos del personaje. Extraordinaria.

← Volver a Anna Alarcón: Psicosis de las 4.48

¡Enlace copiado!