Lluna Gay es la dramaturga y la intérprete de un monólogo cuyo hilo conductor es el sentido de la existencia. Con un trasfondo de dudas y angustias y como la mayoría de los monologuistas, va pasando de un tema a otro con un gran sentido del humor aunque en algunos momentos expresa con gran maestría, una profunda tristeza.
Con una escenografía original y unos visuales de personajes femeninos de gran personalidad y repercusión histórica como Agela Davis, Rigoberta Menchú, Angela Merkel o Marilyn Monroe, Felipe Cifuentes las presenta a dos pantallas apareciendo de manera aleatoria y desvaneciéndose lentamente sin que en ningún momento distraigan la atención de las palabras de la protagonista. Ellas la acompañan, le dan la mano por el camino de la expresión mas profunda de sus sentimientos.
Todo el espectáculo es de una gran originalidad e imaginación. La directora Laia Alberch aprovecha al máximo todos los espacios y rincones en los que Lluna canta, baila, grita, se queja, pregunta o busca el diálogo demostrando en todo momento sus grandes capacidades interpretativas en todas las disciplinas.
Lluna te mira a los ojos, te hace pensar, hablar, profundizar en tu historia a través de la suya y nos lleva a un mundo sin vergüenzas en el que la sinceridad descarnada te lleva por fin a la verdadera felicidad: “La vie en rose”