Durante dos días se ha podido disfrutar de la compañía coreana Ahnsooyoung en nuestra ciudad, la que nos ha llevado tres piezas dentro de un único espectáculo con las que nos hemos podido hacer una idea de su estilo peculiar, rompedor y multidisciplinar. De hecho, sobre el escenario se pueden presenciar elementos propios de la danza, del teatro gestual o, incluso, los mimos, por ejemplo, a través de gags cómicos, música clásica o música de discoteca. Todo ello está presente sin que desentone nada, como si se hubieran fusionado todos ellos y formaran uno nuevo. Se trata de un meritorio trabajo llevado a cabo por unos bailarines-actores con una técnica impecable, los cuales ejecutan unas coreografías con movimientos singulares y cercanas al breakdance y a la danza urbana, utilizadas incluso en situaciones en las que no estaríamos acostumbrados a verlo. Además, cabe destacar el impresionante trabajo que realizan durante los bailes corales, los cuales están cargados de belleza y de una gran compenetración.
Por otra parte, el espectáculo, que busca conectar con el público joven, como ya se ha podido entrever, ofrece una iluminación cercana a la de los conciertos de música pop, la cual resulta atractiva visualmente y se fusiona perfectamente con el conjunto. Toda esta integración de elementos procedentes de diferentes disciplinas y estilos, en un principio sorprende al espectador, pero a éste no le cuesta acostumbrarse y entrar dentro de un espectáculo tan diferente y arriesgado como sugerente y atractivo.