Es curioso todo lo que podemos encontrar en este divertido espectáculo que ha llegado por fin a Barcelona, después de varios aplazamientos y una gira que lo hizo viajar por todo Cataluña. Tenemos por un lado el eco de aquellos primeros espectáculos musicales de Dagoll Dagom (Antaviana, Glups, Historietes) pero también la experiencia cómica y satírica de las T de Teatre. Todo ello aliñado por la capacidad de La Brutal de crear éxitos que conectan fácilmente con el público. Sin ningún tipo de duda, este triunvirato teatral ha supuesto todo un acierto y también un éxito comercial que puede comportar alianzas futuras.
Aparte de la calidad de los tres grupos teatrales, no hay que olvidar que la base de este espectáculo son los cuentos de la escritora, columnista y presentadora Empar Moliner. En ellos hace gala de su peculiar sentido del humor, ironizando sobre el mundo de la pareja y sobre varios aspectos de la contradictoria y absurda sociedad actual. Para darle una coherencia estética y una unidad temática, todas las historias son protagonizadas por los clientes de un Bingo y orquestadas por sus trabajadores. Bien es verdad que el escenario no podía ser más adecuado, sobre todo como símbolo de decadencia y de espacio donde el azar y la suerte pueden ser el motor de cambio de una relación, de un acontecimiento muy concreto, de una vida…
Durante las dos horas que dura el espectáculo tenemos historias para todos los gustos, muchas de ellas divertidísimas y muy alentadoras, como por ejemplo la de la asociación para la lactancia, la de la pareja que habla como si fueran payasos o la del fotógrafo que utiliza armas poco éticas para poder ligar. Y no nos olvidamos de la columnista que se inventa sus relatos, la mujer que utiliza la imaginación para no aburrirse, la pareja de homosexuales que hace de las discusiones un deporte muy peligroso… Pero si tuviera que elegir las que más me han emocionado me quedaría con la de los padres que acuden a los Mossos o la de la pobre Flora Camí, un personaje que con su ternura cierra un montaje que no para de sorprendernos. Es cierto que quizás algunas historias se cierren precipitadamente o parezcan necesitar un colofón, un punto y final, pero hay que reconocer que el conjunto luce redondo y bien cohesionado.
En cuanto a las interpretaciones, solo hay que decir que actores (Ernest Villegas y Marc Rodríguez) y actrices (Mamen Duch, Mercè Martínez, Marta Pérez, Carme Pla i Rosa Gàmiz) están realmente magníficos. Todos ellos con su momento de lucimiento, su historia y su escena musical. En este sentido, hay que destacar las canciones compuestas por el compositor, pianista y director musical Andreu Gallén, un nombre imprescindible dentro del musical catalán de los últimos años. Lo hemos visto vinculado a espectáculos de Dagoll Dagom (Mar i Cel, Scaramouche, Maremar) pero también a los de Manu Guix y Àngel Llàcer (La jaula de las locas, Cantando bajo la lluvia) o a los del director Jordi Prat i Coll (Liceistes i Cruzados, Réquiem for Evita), sin olvidarnos de Cabaret, Mares i filles, T’estimo, ets perfecte, ja et canviaré.
