Una voz se instalada en la cabeza, al principio es como un susurro, pero a medida que pasan los días es más lata y determinada, de ser una voz casual se convierte en una consciencia permanente. ¿Cómo gestionarlo? No es nada fácil.
Anna es una chica con anorexia y Ginés tiene depresión. Los dos se encuentran en un punto de inflexión de su vida y haberse conocido tendrá un peso en sus decisiones. En esta obra Agustí Franch relata como ha sido la vida de estas personas desde que eran pequeñas y como esta voz en la cabeza se ha ido formando.
Es sorprendente la capacidad que tiene Franch de narrar estas dos historias, complejas y difíciles de digerir, pero muy importantes de mostrar al público. Sin llegar a los estereotipos ni a la exageración o morbosidad, va formando el discurso y construyendo las dos personalidades, saltando del presente al pasado y eligiendo los momentos claves que van subiendo o bajando el volumen de esa voz.
Con un montaje sencillo y pocos elementos, Núria Florensa y Raül Tortosa consiguen crear un espacio claustrofóbico y liberador al mismo tiempo, cada elemento sirve a los intérpretes para crear el ambiente adecuado al momento de la historia que se está explicando. El diseño sonoro y de luces ayuda a contextualizar los espacios necesarios para el relato.
Míriam Tortosa e Isidre Montserrat consiguen atrapar, y hacer sufrir, en cada minuto. Sus personajes se conocen y van creando un nexo de unión que va más allá de dos simples desconocidos que se van encontrando: se entienden, se comprenden y, lo más importante, no se juzgan. Tortosa se entrega a su Anna, rompe en pedazos a la espectadora con sus vivencias, pero sobre todo, cuando deja ver con tan solo una mirada todo el dolor que siente dentro. Montserrat tiene un papel muy difícil, su personaje apático y sin ganas de mirar al futuro es estático y se tiene que trabajar mucho para conseguir transmitir toda la desesperación que siente con tan solo un movimiento como puede ser, por ejemplo, doblar un jersey.
Dura y necesaria, esta producción aboca una mirada diferente a las enfermedades mentales y a la manera como se afrontan. Ofrece una luz nueva para ver detrás del diagnóstico y descubrir algunas de las cosas que sienten y piensan quien las padecen. Una obra para reflexionar y compartir.
