Dagoll Dagom celebra sus 40 años de existencia con su musical estrella, el cual se ha convertido en uno de los preferidos del público catalán, tal y como lo demuestran las tres veces que ha estado en cartel desde su estreno en 1988 y la profunda estima que se le tiene. De alguna manera, es cierto que Barcelona no reúne las condiciones de ciudades como Londres o Nueva York para tener este musical en cartel ininterrumpidamente desde finales de los ochenta, pero sin duda nos encontramos ante un espectáculo de gran altura capaz de hacer vibrar y emocionar al espectador como lo hacen las obras de estas mecas de los musicales. De hecho, Mar i cel tiene muchos elementos cercanos a los clásicos que se pueden ver en estas ciudades, como una escenografía impresionante, una música elegante y emotiva, una puesta en escena fastuosa, un gran equipo artístico, una gran historia de amor o un texto basado en un clásico, que en este caso pertenece a la dramaturgia catalana de finales del siglo XIX, aunque la historia contada se contextualiza durante el siglo XVII.
La revisión que nos presentan es similar a la que han sufrido grandes musicales de éxito con muchos años a sus espaldas como Les misérables o Miss Saigon. Como en éstos, se ha conservado la esencia y la puesta en escena, así como el texto y su música, pero se han aprovechado los medios técnicos actuales para hacer la propuesta aún más visualmente atractiva y moderna. En este sentido, cabe destacar las magníficas retroproyecciones y proyecciones empleadas, las que hacen aún mayor el escenario y, en otras ocasiones, consiguen crear una mayor atmósfera en el desarrollo de la acción, llegando a resultar a veces visualmente poéticas. Por último, hay que decir que el nuevo equipo de actores está a la altura de este gran espectáculo, los cuales cuentan con unas voces poderosas y, al mismo tiempo, ofrecen unas buenas interpretaciones. Sin duda, se trata de un musical en mayúsculas con una dirección minuciosa e impecable, el que tanto podrá ser disfrutado por los musical lovers como para aquellos que no lo son.