Después de tener en el imaginario colectivo la película, es todo un desafío traer esta historia al escenario de un teatro. Para tal ocasión, Juan Luis Iborra dirige una adaptación de Pedro Víllora sobria en detalles, pero amplia en trasladar una realidad que puede quedarnos lejos, perdida en una guerra y en sus consecuencias sociales, económicas y personales.
Los niños huérfanos de este colegio son Los chicos del coro, un conjunto de alumnos que hace las delicias del público por su forma de cantar, su ternura y su desparpajo en momentos claves. Entre ellos, destaca Iván Clemente, un actor que, cuando entra en escena, consigue que todo cambie y la pieza adquiera más sentido.
Jesús Castejón, Eva Diago, Rafa Castejón y Natalia Millán son el elenco de adultos cuyos trabajos son correctos y llevan el sentido del montaje. Además, algunas nuevas incorporaciones y licencias, como el grupo de niñas, favorecen y dan perspectiva a esta historia para crear una obra en la que los detalles apuntan hacia la crítica social e institucional y con la que se disfruta de una buena tarde en el teatro a la vez.
Se echa muy en falta que, al tratarse de un musical, no haya apoyo coral en los momentos cantados, haciendo que se pierda fuerza y no se consigan números deslumbrantes. En paralelo, la música enlatada no rema en la mejor de las direcciones. Por lo tanto, se podría decir que este es un musical humilde, pero lleno de energía con la que hacerse hueco en la cartelera madrileña, por el pequeño recorrido histórico que hace y por la historia tan emotiva e impoluta que nos cuenta.
Visto en 19/02/2023- Teatro La Latina (Madrid)