He escogido esta obra por el recuerdo que guardaba de “Be my baby” escrita también per Oriol Vila. Celebré entonces que algunas obras de teatro se dirigieran a los más jóvenes y que las funciones se representaran, por este motivo, el viernes por la tarde. El equipo artístico de “Be my baby” lo constituían profesionales de diferentes ámbitos. Fue maravilloso ver a tanta juventud entusiasmada, lo cual ya habían conseguido con “Paradise” también con la idea de acercar los jóvenes al teatro y lo hicieron con gran éxito de público y reposición incluida.
En la misma línea aunque dirigida a un público de más edad, Oriol Vila escribe “La salsa” con un montaje que lleva el sello de Nico&Sunset (Oriol Vila y Raquel Salvador). Presentan una realidad con su habitual lenguaje actual, desenfadado y a veces con un cierto descaro.
La situación inicial presenta una dura realidad que se transforma “tout d’un coup” en un juego ficticio que lleva a confusiones, malentendidos y momentos ridículos y patéticos detrás de los cuales asoma la nariz la sinceridad, la ternura, un punto de amargura y muchas ganas de acercamiento a la persona más querida pero que nunca se ha tenido suficiente valor para decírselo. Dentro de este juego aparecen las palabras nunca dichas o repetidas demasiadas veces.
Es una comedia en la que detrás del “divertimento” hay una reflexión un cambio de mirada en el espectador y, como dice Carme Portaceli, “Esto es el teatro”.
Oriol Vila ha dirigido la obra moviendo personajes y decorado al ritmo de salsa con cambios de vestuario con gran rapidez y agilidad por parte de los cuatro actores y actrices Alba Florejachs, Francesc Ferrer, Agnès Busquets y Xavier Serrano. Quiero destacar la capacidad actoral y de fregolismo de Alba Florejachs y de Agnès Busquets por la dificultad que tiene el cambio completo de personaje en pocos segundos.
Aunque el final es un poco empalagoso, la obra mantiene muy bien el ritmo con gags muy divertidos y sales con la sonrisa en la boca y la alegría en el alma.