El siglo SIX fue la explosión del romanticismo y la vida bohemia fue uno de los temas estrella de muchos autores. Henry Murger publicó en la revista “Le Corsaire Satan” en 1844 “Scènes de la vie de bohème”, novela por fascículos de la que el guionista de Pucini extrajo todos los personajes y la historia de esta ópera. Sin embargo, es preciso destacara que la novela de Murger no acababa con la muerte de Mimí. Las heroínas de las óperas de Punici pueden ser dulces y delicadas como Mimí o Madama Butterfly o crueles como Turandot. Hay quien ha encontrado explicaciones psicoanalíticas a la personalización de estas heroínas. Lo cierto es que La Bohème es una de las piezas más representadas de la historia de la ópera.
Después de la Bohème que vi en NY en el año 1997, pensé que no se podía mejorar la profundidad del escenario y la altura de la buhardilla donde viven Rodolfo y sus amigos en Montmartre. La escenografía tan contemporánea de Àlex Ollé, injustamente abucheada por algunos el día del estreno, ha superado todas las Bohèmes que había visto hasta el momento. Ollé instala la acción en un edificio de un barrio periférico de una gran ciudad en el que los pequeños apartamentos se comunican entre sí formando un entramado oscuro, sórdido y frío. De lejos se ven únicamente las ventanas iluminadas, simétricas y pequeñas como un panal. Con unos vendedores ambulantes con la mercancía en el suelo se inicia el segundo acto. El movimiento de la gente por detrás no hace sospechar la salida lateral del cafê Momus que de repente da luz, alegría y vida al escenario que se llena de gente. Es el acto de lucimiento para Musetta, Valentina Nafornita que es capaz de cantar su vals “Quando m’en vo” con una gran seguridad vocal. Es una Musetta moderna, fuerte, provocadora y convincente.
El personaje central de la ópera, Mimí, es interpretada por Anita Hartig con una voz dulce, tierna y con potencia controlada según la escena y que sabe dar emotividad a cada momento. Su compañero es el tenor Atalla Ayan que sale airoso de su papel de Rodolfo, aunque en el dúo final del primer acto “O Soave Fanciulla» en algunos momentos queda eclipsado por la potencia de los instrumentos de viento.
Completa el reparto Toni Marsol como Shaunard, Goderdzi Janelidze como Colline y Roberto de Candia como Marcello, todos ellos y el coro dirigido magistralmente por Conxita Garcia han hecho que el estreno de la Bohème de esta temporada sea una noche memorable.