Después del éxito de Ovelles, existía una cierta expectación para ver la nueva obra escrita y dirigida por Carmen Marfà y Yago Alonso y, visto el resultado, ya podemos decir que no han decepcionado. Instruccions per enterrar a un pare tiene algunos elementos en común con el espectáculo anterior: la familia como eje central del conflicto, la muerte como punto de partida, un sentido del humor algo absurdo y el elemento económico como drama de nuestro contexto actual. En este caso, sin embargo, la propuesta opta por el humor negro, dotando a la historia de un divertido mal rollo que es donde reside, en gran parte, su originalidad. De este modo, vuelven a combinar la comedia, el drama costumbrista y una sátira social en tono naturalista que aporta la credibilidad que algunas de las situaciones necesitan, a pesar de que, en algún momento, la narración parece estancarse. En cualquier caso, el montaje es ingenioso, fresco y entretenido, apostando por una buena idea sin demasiado desarrollo o giros narrativos para, en realidad, explicarnos el mundo interior, las relaciones y la psicología de tres personajes, cuyo valor principal reside en aquello que, a simple vista, nos esconden las apariencias.
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