Hay muchas formas de bullying, muchas formas de acoso escolar, muchos tipos de humillaciones o de conductas discriminatorias. En Girls like that se pone el foco en un grupo de chicas que discriminan por no sentirse discriminadas, pero también porque el entorno las empuja hacia este tipo de conductas reprobables… aunque mucho más comunes de lo que podamos imaginar. En pleno siglo XXI la sexualidad femenina, y su forma de vivirla y mostrarla, todavía está llena de condicionantes y elementos de autocensura. Sigue habiendo un abismo entre chicos y chicas en la adolescencia, pero en muchas ocasiones es por la presión externa y los estigmas que han quedado grabados en el subconsciente de todas y todos desde hace décadas.
El canadiense Evan Placey estrenó esta obra en el 2013, y desde entonces se ha traducido a varios idiomas y se ha convertido en una de las piezas sobre adolescentes más representadas en todo el mundo. Quizás a momentos acaba siendo demasiado ambiciosa -aparte del bullying también se hace un repaso a la discriminación femenina durante el siglo XX- y resulta excesiva, pero en general tiene un ritmo enérgico, de los que no deja un momento para respirar. Si a las excelencias del texto, que las tiene, sumamos una dirección y un espacio escénico brillantes y cinco actrices jóvenes que se dejan la piel en escena, ya lo tendremos casi todo. Creo que la apuesta es necesaria, y no solo para un público adolescente sino para un público mucho más generalista. No os la perdáis, porque tiene muchos elementos para promover debate, para hacernos replantear muchas cuestiones y para dar respuestas a muchos de los problemas con los se encuentra la juventud actualmente.