El teniente de la Armada Británica, Robert FitzRoy había comandado un bergantín corbeta llamado “Beagle” por las gélidas y desoladas costas de Sudamérica austral. En la segunda expedición consistente en delinear mapas de navegación de la costa de la Patagonia y la Tierra del Fuego se llevó a Charles Darwin. Zarparon de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y regresaron 5 años después. La montaña lleva el nombre del capitán del Beagle. Esta apasionante historia puede leerse en el libro de Harry Thompson “Hacia los confines del mundo”. Me causó hace años, una profunda impresión.
Jordi Galceran es el autor de esta comedia-drama con su sello personal de emoción, ternura, y profundidad. Ya hace 20 años de “El método Gronholm” y 10 de “El crédito” y sigue tocando temas de actualidad que remueven de forma cómica y triste a la vez. Le dirige las obras Sergi Belbel que con la escenografía de Max Glaenzel se han convertido en un trío de ases. En esta ocasión Josep Iglesias acompaña a Glaenzel. El lugar en el que se encuentran las cuatro escaladoras esperando un cambio de tiempo para continuar la escalada es un rincón dentro de la piedra donde se desarrolla toda la obra. Aquí vemos el esfuerzo que se ha hecho de documentación sobre la escalada. Mientras hablan se ponen los arneses y se puede ver todo el material necesario: mosquetones, fisureros y clavos, cascos, cuerdas, cintas exprés, cintas planas, cabezas de anclaje, crampones, etc. El público no entendido en este deporte se sentirá cómodo con la ambientación.
Este trío de ases no podría haber elegido mejores intérpretes. Son cuatro mujeres valientes que quieren demostrar que una cordada de mujeres puede alcanzar la cima del Fitzroy por el lado más difícil, la vertiente Yugoslava. Míriam Iscla es la jefa de la expedición y demuestra que su experiencia en escalada no es menos notable que la de intérprete. Silvia Bel nos confirma, una vez más, que es capaz de hacer todos los papeles con distintos registros emocionales. A Sara Espígul le ha tocado un papel difícil que borda de maravilla y Natalia Sánchez, la joven de la expedición está a la altura de las difíciles circunstancias.
No hace falta hacer demasiado esfuerzo para recomendarla porque tienen siempre lleno. El éxito es rotundo.