Amélie Nothomb en esta ocasión se aparta absolutamente de su estilo más intimista y se adentra en un tema muy original. El título de la novela era Soif (Set). Como siempre, ella domina magistralmente el arte del absurdo.
Joel Quesada adapta la novela de Amélie Nothomb al teatro manteniendo la ironía de la autora con un Cristo actual, básicamente humano con sus miedos, el pánico ante el sufrimiento y la vanidad que le provocan los aplausos por sus proezas y milagros. Una visión humanizadora e iconoclasta de un personaje histórico que debe morir para recibir un reconocimiento.
El dramaturgo Joel Quesada juega con la historia que todos conocemos y con el relato de la autora. El Cristo de Quesada se suelta y vuela como un gorrión por encima de su cuerpo maltratado y se produce su declive con la muerte que le es impuesta. Ella se crió en una família muy católica y la religión fue para ella un tema muy controvertido en su vida pero lejos de ser crítica o provocadora buscando el escándalo, ella nos presenta a un Jesucristo que habla en primera persona, que acepta la reencarnación y la figura de su padre al que critica amablemente.
Pau Rosell se está convirtiendo en un maestro de monólogos tras el éxito de «Ivan i els gossos«. En esta ocasión interpreta a Jesucristo en dos momentos muy diferentes de su vida. Uno es en las bodas de Canaan con el baile, la alegría, la mirada seductora de Magdalena, la mirada escrutadora de Judas, la mirada tierna y amorosa de la madre cuando le dice: «hijo, no tienen vino». El otro momento es el camino del Calvario y la Crucifixión.
Todos los detalles están muy cuidados. El vestuario de Marcel Puigví sitúa al personaje hacia el siglo XVIII con detalles que recuerdan a la túnica larga del profeta. La mesa inmensa donde reposan los restos de la fiesta de Canaan se convierte en un mueble desnudo que acompaña a Cristo al Calvario con un diálogo crudo y resentido contra su padre. Es una forma muy ingeniosa de acompañar al monólogo del Calvario que Pau Rosell no necesitaría, tal es su capacidad interpretativa.
Nothomb, Joel Quesada y Pau Rosell son un trío que asegura la aceptación del público y el éxito. No se la pierdan.