La música nos acompaña a lo largo de la vida. En muchos momentos no se es consciente y en otros no solo es un añadido, es parte de la manera de entender el día a día y se convierte en el aire que permite tirar hacia delante. ¿Sería posible un mundo sin canciones ni melodías?
Daniel Anglès lleva 30 años encima del escenario, o detrás, da igual, impulsando y viviendo proyectos donde la música es un elemento esencial. Para celebrar esta efeméride ha preparado un espectáculo de alrededor de 2 horas donde repasa esta trayectoria de una manera original, no haciendo una guía cronológica de su vida profesional, si no destacando las canciones que le han marcado.
Con la presencia de Hedwig, como álter ego de Anglès, se da el punto de partida de un concierto con el amor como un hilo conductor. Un inicio de sorpresa para el público, que quizás esperaba un concierto clásico de musicales con banda encima del escenario, pero que se transforma rápidamente en un espectáculo que interpela y hace cómplice a cada espectadora.
Con canciones que van desde El origen del amor a Como una ola, pasando por infinidad de temas que intentan poner voz a las relaciones y la estima, pasa la primera parte de la producción. Y ya en la segunda, sin peluca, hace disfrutar al público con su trayectoria inmerso en musicales. Com si mai haguéssim dit adéu, Memory (con una mezcla con otros musicales conocidos) o La era de las catedrales ponen la piel de gallina a cada butaca, dejando boquiabierto a todo el público. No se olvida de las personas que lo han acompañado en estos años, así que suben al escenario Sharonne para hacer su propia versión de For good de Wicked, con Víctor Arbelo manifiesta América de Rent y con Mariona Castillo huye de los musicales para pellizcar el corazón a las espectadoras con Me cuesta tanto olvidarte de Mecano.
La música en directo de una banda excelente dirigida por Sergi Cuenca pone el marco perfecto para un repertorio espectacular. Un pequeño cuerpo de baile y un par de personas haciendo los coros acaban de completar una producción llena de alma y amor por la profesión.
Es increíble escuchar la voz de Anglès en directo y en un entorno tan magnífico. Las canciones interpretadas ayudan a contemplar y disfrutar del amplio rango vocal que tiene. Una experiencia bonita y emocionante.