¡¡¡Vaya espectáculo!!! No hay otra forma de describirlo. Para una neófita en el circo de hos horrores como yo, no hay mas que decir que es puro espectáculo. Debo decir que ese día llegamos a la caja mágica 45 minutos antes de que empezase la función y pensé que el tiempo se me haría eterno sentada en mi butaca hasta que empezase, pero nada más lejos de la realidad. La ambientación a la entrada al recinto despertaba tus sentidos y empezaba a involucrarte en un apocalipsis al mas puro estilo «MAD MAX». Una pantalla gigante proyectaba las imágenes de un mundo en guerra donde la humanidad hemos conseguido acabar con este planeta. Cuando quedaban 15 minutos para empezar entra una conexión en directo con un reportero que entrevista a los pocos supervivientes que estamos llegando al recinto a refugiarnos. Lo dicho, ambientación y animación desde antes de empezar y durante todo el espectáculo. Y , por fin, llega el momento. Empieza el rock´n Roll. Literalemte. Una banda de rock en escena a un volumen brutal da la entrada al maestro de ceremonias, el actor Suso Silva, que vuelve a meterse en la piel del maestro de ceremonias de este inusual circo, y a su clan. Y nos pone en antecedentes. La tierra se muere y los supervivientes se han dividido en clanes. Con ellos vamos a esperar a que llegue el definitivo fin del mundo, el APOCALIPSIS. Y mientras esperamos, los distintos clanes nos muestran sus habilidades, motoristas dentro de una gran jaula redonda o saltando grandes distancias haciendo acrobacias en el aire, equilibristas, acróbatas del aire, un lanzador de cuchillos, el clan de los maoríes, desde mi punto de vista el número más espectacular, que vuelan a gran altura y hacen equilibrios lanzados por un balancín, e incluso una bailaora flamenca conquistando y retando a la vez a un gaucho que baila con sus boleadoras. Números siempre acompañados por la banda de rock en directo, una cantante con una gran voz y un grupo de bailarines que no flaquean a la hora de mantener la energía y el buen «mal rollo» desde el inicio hasta el final, sin salir prácticamente de escena.
Un espectáculo sólido y bien trabajado dónde el buen saber hacer de Suso Silva tiene mucho que ver. Solo le hace falta aparecer en escena para atraer todas las miradas y la atención del público. Actor de peso y carisma donde los haya.
Solo me queda dar la enhorabuena a todo el equipo por un trabajo muy bien hecho.
Felicidades