En Nanuq, conviven varias disciplinas, como son el circo, la danza y los títeres para explicar una historia universal que se inspira en el invierno. La cía Voël habla de una historia de amistad sin barreras, amistad pura entre seres muy diferentes, y de como las apariencias pueden ser engañosas, pero sobre todo pretende ser una oda al mundo de los sueños y a los osos polares.