The Rocky Horror Dramakuin Show

¿Sabías a lo que venías? Si es así, te parecerá una estupenda forma de participar en el fenomeno de culto que dura 40 años. Si es que no, no sabrás qué hace tanta gente allí sonriendo y gritando.
Una película a medio camino de la parodia y el homenaje al cine de terror de la Hammer, envuelto en lencería y con un lazo enorme de kitsch. Canciones como «There’s a light» y «Time warp» y el teatro recitando los diálogos, insultando a los personajes, cantando, tirando arroz. Todo mientras la compañía «interpeta» la película en el escenario mientras esta se proyecta detrás.
Sí, suena absurdo, pero es lo que ha convertido a The Rocky Horror Picture Show en un clásico.
Respecto a la compañía Dramakuin, responsable de este montaje, cumplen de sobras. Interactúan con la sala sin que nadie se sienta «humillado», no sacan a la gente al escenario, bailan muy bien, comentan de forma ingeniosa la película y ayudan a que salgas con una sonrisa en la boca.
Eché en falta que las canciones fuesen en formato karaoke (indispensable en esta película, como en los sing along) y el hacer que se insulte cada vez que se nombra a un protagonista se hace pesado.