Sinopsis

Uno de los grandes referentes de la danza contemporánea pone a trabajar juntos a una actriz y cinco bailarines en una propuesta que toma como protagonista al personaje real de una mujer esquizofrénica que vive en un vertedero.

Alain Platel lleva desde 2006 investigando lo que él denomina «danza bastarda», que surge, según cuenta, cuando los bailarines exploran aquellas áreas de la mente que no se han visto afectadas por la civilización. Esta vez, lo hace partiendo de dos fuentes de inspiración: una, el proyecto Tauber Bach del artista polaco Artur Zmijewski, que propuso a un grupo de sordos cantar música de Bach tal como la percibían. Y la otra, el documental Estamira, de Marcos Prado, que se centra en una mujer esquizofrénica que sobrevive en un vertedero de Río de Janeiro. El personaje interpretado por Elsie de Brauw, una actriz extraordinaria que es uno de los grandes nombres de la escena neerlandesa, está inspirado en esa mujer singular, Estamira, que, pese a la enfermedad mental que padece, cuenta con una personalidad carismática, plantea conceptos filosóficos de gran interés y ha sido capaz de crear un lenguaje propio para comunicarse con su entorno. La acompañan, en un paisaje escenográfico formado por montones de ropa, cinco bailarines que dan vida a criaturas primitivas que se mueven casi por instinto, habitantes de un mundo apocalíptico en el que movimientos espasmódicos realizados al unísono o una melodía de Bach o Mozart cantada en escena por los intérpretes constituyen los únicos vestigios de una civilización perdida hace ya mucho tiempo.

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Sinopsis

Uno de los grandes referentes de la danza contemporánea pone a trabajar juntos a una actriz y cinco bailarines en una propuesta que toma como protagonista al personaje real de una mujer esquizofrénica que vive en un vertedero.

Alain Platel lleva desde 2006 investigando lo que él denomina «danza bastarda», que surge, según cuenta, cuando los bailarines exploran aquellas áreas de la mente que no se han visto afectadas por la civilización. Esta vez, lo hace partiendo de dos fuentes de inspiración: una, el proyecto Tauber Bach del artista polaco Artur Zmijewski, que propuso a un grupo de sordos cantar música de Bach tal como la percibían. Y la otra, el documental Estamira, de Marcos Prado, que se centra en una mujer esquizofrénica que sobrevive en un vertedero de Río de Janeiro. El personaje interpretado por Elsie de Brauw, una actriz extraordinaria que es uno de los grandes nombres de la escena neerlandesa, está inspirado en esa mujer singular, Estamira, que, pese a la enfermedad mental que padece, cuenta con una personalidad carismática, plantea conceptos filosóficos de gran interés y ha sido capaz de crear un lenguaje propio para comunicarse con su entorno. La acompañan, en un paisaje escenográfico formado por montones de ropa, cinco bailarines que dan vida a criaturas primitivas que se mueven casi por instinto, habitantes de un mundo apocalíptico en el que movimientos espasmódicos realizados al unísono o una melodía de Bach o Mozart cantada en escena por los intérpretes constituyen los únicos vestigios de una civilización perdida hace ya mucho tiempo.

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Opiniones del espectáculo 1
  • David Elfa Novoa
    David Elfa Novoa
    Teatre Barcelona
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