Solo creo en el fuego

Entre 1932 y 1953 la escritora Anaïs Nin mantuvo una larga correspondencia con el también escritor, Henry Miller con quien vivió una relación más que tormentosa de la cual la Compañía “Los Prometidos” crearon una obra de teatro que se estrenó en la Badabadoc en septiembre del 2017 y continua en cartel. Este año se cumplirán los 4 años de esta deliciosa pieza que se pasea por diferentes teatros. Ha tenidos unas críticas muy favorables y ha sido altamente recomendada por espectadores y colaboradores de diversos portales teatrales. Quiero sumarme a los elogiosos comentarios publicados hasta el momento. Ha sido una sorpresa muy agradable encontrarnos en una callejuela de los alrededores del Mercat de Sant Antoni, un espacio con mucho glamour que inspira y te atrapa ya en el momento de entrar. Es el espacio del Teatro Laboratorio.

Es una obra creada y dirigida por  Ángela Palacios y Carlos Martín-Peñasco. Ellos dos son los responsables de la dramaturgia, de la dirección, de la puesta en escena, de la escenografía y del vestuario. Ellos dos son también el actor y la actriz, son Henry Miller y Anaïs Nin, son los dos amigos que se proponen crear una obra y la discuten, la desgarran, la manosean y lo hacen en otro plano, en una realidad paralela que rompe absolutamente con la historia de los dos escritores de una manera divertida e incluso cómica y que diluye la tensión de la relación de los escritores-amantes.

Es especialmente remarcable la escenografía que de tan sencilla es impactante. En el escenario principal sólo hay una máquina de escribir Hispano-Olivetti, cartas, papeles y más papeles alfombrando el suelo y volando por los aires, una cama partida por la mitad que es movida con elegancia por el escenario y es utilizada para escribir los textos, discutir, entregarse a los diálogos más profundos y a las escenas de amor más eróticas y tiernas.

Palacios es Anaïs Nin y, como Mirta, demuestra sus grandes cualidades actorales y se entrega a su papel introduciéndose en las más complicadas caras de sus personajes. Carlos Martin-Peñasco es Henry Miller, el contrapunto perfecto, la pareja amiga, el complemento insustituible. La complicidad entre ellos dos es tan evidente que nos transporta fácilmente a la comprensión profunda de la relación entre los dos personajes. La música francesa era muy apropiada al Paris de entreguerras y Charles Aznavour nos acompañó a la salida del teatro con su conocida y entrañable “La Bohème”

 

Abans no s’apaguin els llums, l’atmosfera que respira el públic assistent a la Sala Teatro Laboratorio ja fa presagiar que alguna cosa important està a punt de tenir lloc. La d’ahir em va recordar moltes nits inoblidables de teatre a Buenos Aires. Una sala petita en un carreró desconegut, un parell d’elements escenogràfics mínims, quatre focus, una platea amb trenta, quaranta cadires i un parell d’actors amb molta consciència del que van a fer. Un text contemporani, cosit amb pedaços de dramatúrgia, literatura, improvisacions i anècdotes quotidianes. Atenció, molta atenció. Intenció i energia. Amor per les paraules, pel gest, per la cultura i per les histories.

El treball que ens ofereixen l’Ángela Palacios i el Carlos Martín-Peñasco —que, a més d’actuar, signen la dramatúrgia, la direcció, l’escenografia i el vestuari— és excel·lent. Un exemple d'un tipus de teatre que trobo a faltar a Barcelona. Cuinat a foc lent, parteix de la investigació, l’exploració i la improvisació, amb l'objectiu d'arribar a una peça moderna però clàssica, cuidada, intensa, necessària, que remou.

La història se situa als inicis del segle passat, al Nova York i el París dels anys 20. Els protagonistes són el Henry Miller, l’Anaïs Nin i la fogosa i turmentosa relació sentimental —què se'n podia esperar de dos escriptors infidels?— que van viure durant més de 20 anys. L’espectacle, però, amaga també algunes sorpreses que transcendeixen la poesia literària prevista, per arribar a moments meta-teatrals de gran tessitura còmica que fan que l’espectacle no camini sinó voli, i que l’espectador gaudeixi d’uns respirs molt necessaris entre tantes escenes de clímax carnal i densitat lírica.

A mi, m’agradaria veure més teatre com aquest. I, ja per demanar, que la gent que el fa s’hi pogués guanyar la vida. Llavors, segur que n’hi hauria més, de propostes, com aquesta. Més sales, com aquesta. Més públic, com el d'ahir. Més cultura.

Per casualitat de la vida va caure a les meves mans el gran Tròpic de càncer de Henry Miller, mesos més tard a la cartellera de teatre trobo una obra que ens parla de la relació d’aquest escriptor amb Anaïs Nin. Dues persones unides per la seva vocació artística. No podia faltar-hi.

Solo creo en el fuego és una obra que juga amb dos discursos que transiten en un constant diàleg. Una primera sensació d’història d’amor, on els focus es posa’t en la creació artística: dos escriptors molt autobiogràfics en la seva obra. Per l’espectador que coneix els seus treballs, pot veure la fina línia entre la literatura i la realitat de l’escriptor.

Però el diàleg no és trobat entre els dos personatges, sinó entre els creadors de l’obra i la inspiració que aquests dos escriptors han deixat al món. Angela Palacios i Carlos Martín-Peñasco s’encarreguen de donar vida aquest diàleg, un treball molt cuidat, ja que aconsegueixen un nivell molt elevat d’intimitat i realisme.

A vegades la dramatúrgia compartida és un repte, però no podem negar la complicitat que hi ha entre els membres de la companyia Prometidos, anomenats anteriorment. És difícil l’ús de la carta, un gènere escrit, a l’hora de portar un espectacle on s’utilitza un llenguatge molt diferent, encanvi en cap moment el text de l’obra decau.

Un ús molt artesà de la il·luminació, deixa de banda la maquinària, i entre en joc el component humà. Una escenografia pictòrica i abstracta, acompanya el viatge que fan els personatges. Un mar de cartes, el mateix mar que un dia van escriure. Eren revolució i encara ens inspiren.

Los Prometidos produce una representación como Solo creo en el fuego, que ficcionaliza la relación sentimental entre dos autores en la Europa de entreguerras: Henry Miller y Anaïs Nin. La obra trata tanto aspectos biográficos, como literarios como amorosos de ambas figuras en un espectáculo que trasciende al formato puramente teatral para dar también lugar a momentos de reflexión histórica, metateatral, lectura, baile…

Dirigido por Ángela Palacios y Carlos Martín-Peñasco, quienes son a la vez el elenco de la propia obra, interpretan un texto profundo y bien construido y muy emotivo. Una relación amorosa que conmueve al espectador debido a su combinación con la producción literaria de ambos autores. Pero más allá de eso, el texto también propone escenas en las que aparecen, en forma de espejo, los verdaderos actores para liberar la tensión dramática. En estas escenas, el texto no solo sirve para liberar la tensión, sino que también da un componente humorístico y aporta interesantes reflexiones acerca de la profesión de actor, la interpretación de la literatura, el problema que supone escribir sobre la vida de uno mismo…

Ambos actores hacen un trabajo excepcional, que junto con una escenografía muy simple—un colchón dividido en dos partes, una máquina de escribir, y un suelo bañado en papeles—que hace un recorrido por la relación amorosa y sentimental entre ambos. La obra supone un viaje histórico por los encuentros de ambos, relatando la emotiva historia de ambos autores encarnados por el elenco. Su interpretación, excepcional, contemplará escenas de pasión, de baile, de dolor, etc. que hacen que el público se conmueva ante una representación de una belleza muy cuidada.

Solo creo en el fuego es, en síntesis, una obra de una belleza y un ritmo excepcionales. Ya galardonado, se trata de un espectáculo de alto valor que hace de algo histórico una ficción muy interesante que deja al público conmovido. Pese a ello, y como algo anecdótico, es necesario advertir que en sus representaciones en el Teatro Laboratorio en Barcelona la visibilidad es complicada. Para poder observar la obra cómodamente y en su totalidad, es mejor tratar de sentarse en las primeras filas.

Solo creo en el fuego es una obra dirigida e interpretada por Ángela Palacios y Carlos Martín-Peñasco. Ambos representan la relación que mantuvieron Anaïs Nin y Henry Miller en el París de entreguerras complementándola con parte de la biografía de los dos escritores. Esta complementación textual queda perfectamente entrelazada y ligada con la gran actuación que hacen los actores.

Aunque la actuación es impresionante, esta se ve reforzada por unos sutiles y geniales efectos ópticos y lumínicos. El atrezo también juega un papel fundamental en la obra, ya que refuerza la expresividad del texto, el cual no hay que olvidar que está muy bien elaborado.

Sin duda alguna, es una obra muy recomendable puesto que es muy completa. Todos los detalles están muy bien trabajados y ligados, por ejemplo, los actores introducen algunas escenas de humor entre las partes más puramente biográficas que rebajan la intensidad de la composición. Sin embargo, pese a que consideramos que la obra es impecable, la sala no acaba de estar a la altura. El problema principal es la disposición de las sillas y la no elevación del suelo, de modo que los espectadores que se encuentran en las últimas filas tienen muchos problemas de visión. Aunque es un inconveniente importante, la obra es tan genial que vale la pena ir aunque te toque en última fila.

Entrem en aquesta nova sala per a nosaltres, una olor a incens ja ens transporta a una nova experiència. Sembla que no veurem una cosa convencional o es la sensació inicial entre els presents. Això no ens sorpren ja que ens han comentat que Teatro Laboratorio és una experiència diferent tot i que aquesta peça no és la més estranya de totes les programades.

L’escenografia ens encanta. Tenim tot el terra plena de fulls, de cartes dels protagonistes que explicaran les seves sensacions Anaïs Nin i el novel·lista Henry Miller a escena. A més ens adonem que la il·luminació ens sorpendrà durant tota l’obra. Els responsables són els encarregats de moure els focus de llum com convinguin. A més durant l’obra tenim diferents curts de videos i de cartes reflexades en la pared. Una sensació complaent ens recorre la pell en tot moment.

Juguem amb les llums, les ombres, la petita escenografia. Com Henry Miller juga amb les imatges del video i amb un petit matalàs veiem com es besa, com juga amb les noies que veiem reflexades a la pared. La màgia es veu en tota l’obra.

En un moment donat, l’obra talla la seva intensitat i  l’Angela i Carlos es treuen la màscara dels seus personatges i ens parlen directament als espectadors. Ens expliquen la relació que hi ha entre l’artista i la seva obra, situacions personals que els ha succeït. I en uns minuts tornem de nou a la relació d’amor dels escriptors.

Una obra fantàstica, amb una interpretació meravellosa. M’ha agradat aquesta experiència. No tinc més paraules que recomanar-vos que hi aneu (avui tenen funció) i seguiu la pista de “Solo creo en el fuego”. Podeu llegir tota l'opinió de l'obra a l'enllaç

Dos amantes (Henry Miller y Anaïs Nin), escritores viscerales, unidos en una pasión total. Años de cartas y encuentros sexuales y creativas que consolidaron sus carreras literarias y vitales hasta desembocar en amistad, en un final circular que me encantó. Literatura pasional, la decisión conjunta pero individual de escribir sobre lo que mejor conocen: ellos mismos.

Iba con miedo de que fuera una propuesta pedante. Pues en absoluto. Encomienda las ganas de escribir (el tópico de la renuncia a lo material -aunque con marido mecenas, eso sí- para entregarse al arte sigue siendo potente) y me hizo reír mucho. En un ejercicio dificilísimo, los actores pasan en segundos de ser los complejos escritores, amantes, rebeldes, insaciables de vida, a los actores reflexionando de manera hilarante sobre los personajes, sus vidas, las pasiones …

La iluminación y sonido son otro personaje más en la habitación donde viven sus pasiones literarias y amorosas / eróticas, hay mucha poesía y el texto es riquísimo con reflexiones sobre si hay algo más creativo que la vida, por ejemplo .

Espléndidos Ángela Palacios (magnífica Mirta en espera) y Carlos Martín-Peñasco, sin buscar hacer simpáticos a los personajes ni empatía forzada sino trasladarnos la pasión creativa y sensual que los mantenía vivos y el peso de la autobiografía en la creación.

No soy yo muy de teatro experimental (soy clasicón) pero cuando conecto, el placer es doble. Una propuesta con humor y reflexión que alimenta la mente y la pasión.

 



“Sólo creo en el fuego. Vida. Fuego. Estando yo misma en llamas enciendo a otros. Jamás muerte. Fuego y vida” -Anaïs Nin-

 

La Badabadoc Teatre comença temporada amb la companyia barcelonina Los Prometidos, i l’obra  “Sólo creo en el fuego”, escrita, dirigida i interpretada per l’Ángela Palacios i Carlos Martín-Peñasco. Es tracta d’una peça de teatre experimental, un joc escènic constant entre els actors Ángela Palacios i Carlos Martín-Peñasco, i la relació entre els dos personatges als que interpreten, amb uns canvis de ritme carregats d’humor, necessaris per trencar una mica la intensitat de la història.

“Sólo creo en el fuego” és una peça biogràfica que va des del moment en que els literats són amants, fins al París del 1931; creada a partir dels textos que procedeixen dels Diaris d'Anaïs Nin, d'algunes de les novel·les de l'autor nord-americà Henry Miller i de les cartes escrites entre tots dos.  

Anys 30.La bohèmia parisenca. Un encontre entre l’autora avantguardista francesa Anaïs Nin (28 anys) i l’escriptor nord americà Henry Miller (40 anys). Una mirada. L’atracció mútua instantània. Seducció. Amants .Erotisme, passió i admiració. Però...els amors tant intensos no estan fets per durar.

 

“Sólo creo en el fuego” és un espectacle cuidat al mínim detall, text, interpretació, moviment, direcció, il·luminació, música, posada en escena,...

La selecció de textos són extraordinaris. Cartes, diaris, frases celebres, fragments d’obres d’alt contingut eròtic.

Les interpretacions d’Ángela Palacios i Carlos Martín-Peñasco són extraordinàries. Perquè interpretar a Anaïs Nin i Henry Miller, dos personatges gens convencionals, no és ni senzill, ni fàcil d’explicar. Perquè interpretar una relació eròtica sense traspassar els límits de la vulgaritat, no és senzill, ni fàcil d’explicar. Perquè han sigut capaços de transmetre que més enllà d’una relació eròtica- literària, hi ha una història de passió sense límits, un doble despertar, com a dona i com a escriptora,  un amor rebel, una admiració mútua, una relació plena de desig, gelosia i enveja, però també una història on l’amistat perdurarà per sempre ( Anaïs va mantenir correspondència amb Miller durant més de dos dècades, recopilades dins el llibre "Una pasión literaria").

Visualment l’espectacle és extraordinari. La fusió de les imatges dels textos projectades en els cossos dels personatges, i les ombres projectades dins dels textos és visualment preciós.

La música de Max Richter "November" de l’àlbum Memory House, del que s’ha dit: “el mes de novembre pot ser un dels mesos més bojos”, en el que es poden escoltar les notes més altes que un violí pot reproduir, juntament amb el so de les tecles de la màquina d’escriure, és molt simbòlic, perquè és una manera molt metafòrica d’expressar la relació entre tots dos literats. Com l’elecció de la música d’Edith Piaff, un altre dona que va viure una relació secreta amb Marcel Cerdan , l’he trobat genial!!!

 

Propostes com aquestes, són les que, als que anem sovint al teatre, agraïm. Que ens agradi o no un espectacle no és el més important; per mi l’important és que em sorprenguin, que em  transmetin alguna cosa. Això és el que m’agrada del teatre.

 

 

No us la perdeu !!!

En Solo creo en el fuego, Carlos Martín-Peñasco y Ángela Palacios plantean una pregunta eterna del arte: ¿qué relación se establece entre el artista y su obra? ¿Es todo el arte autobiográfico? ¿Es necesario que lo sea? ¿Es lícito? Para hacerlo nos plantean dos situaciones, por una parte, la relación de amor y complicidad que establecieron los escritores Henry Miller y Anaïs Nin, ambos artistas autobiográficos; y de la otra la situación personal de los mismos Carlos Martín-Peñasco y Ángela Palacios. La primera situación se narra con la pasión y la sensualidad como marca distintiva, mientras que la segunda se convierte en el relajo cómico pero igualmente cargado de verdad que contrapesa un relato más denso y lleno de fantasmas. El resultado es un espectáculo bello, interesante y pasional, totalmente recomendable.

Más información en Somnis de teatre

Una història d’amor que acaba en una història d’amistat entre dos escriptors que es van conèixer a Paris l’any 1931.

Una història que parla de passions, d'apassionar-se per la vida, d'apassionar-se per allò que s'estima, d'apassionar-se per una persona, d'apassionar-se per l'amor.

Henry Valentine Miller (1891-1980) és un escriptor estatunidenc l'obra del qual es compon de novel·les semi autobiogràfiques que van ser censurades als Estats Units pel seu estil i el seu contingut provocatiu. Va voler denunciar la hipocresia moral de la societat nord-americana.

Anaïs Nin Culmell (1903-1977) és una escriptora nord americana nascuda a França de pares cubans-espanyols. Autora de novel·les d'estil surrealista és coneguda pels escrits sobre la seva vida i el seu temps, recollits en els "Diaris d'Anaïs Nin".

Tots dos es van conèixer a Paris i van esdevenir amants, relació que van mantenir durant deu anys quan en esclatar la segona Guerra mundial es van separar mantenint una amistat que queda reflectida en les cartes que es van continuar enviant i que després van ser publicades.

La companyia "Los Prometidos" es va crear l'any 2016, són Àngela Palacios (a la que recordem per "Mirta en espera") i Carlos Martín-Peñasco (a qui seguim d'ençà que el vam veure a "Hamletología") i del que intentem no perdre'ns cap proposta en la què participa.

Una proposta que ens ha agradat moltíssim, pel que té de dualitat, contrast entre passat i present, entre ficció i realitat. Una posada en escena molt dinàmica on els dos protagonistes parlen entre ells mitjançant els seus escrits i on veiem la passió que els va arrossegar i que va més enllà d'una relació sexual per esdevenir en una profunda relació d'amistat i respecte.

Al mateix temps, en un salt de l'ahir a l'avui els dos protagonistes ens parlen també de la seva visió dels personatges, de l'enfocament que li donen en el context de l'obra i de les seves inquietuds personals.

Com ells mateixos diuen en el programa de mà, un joc de miralls, una barreja de temps i espais que fan d'aquesta proposta, conceptuada com a teatre experimental, un imprescindible de la cartellera teatral.

Per veure l'apunt original, només heu de clicar AQUÍ