Qui canta els seus mals espanta

Qui canta els seus mals espanta

Poderío Vital presenta Qui canta els seus mals espanta, un projecte que transforma les queixes i laments reals en energia positiva.

Sinopsis

En el 2006, los artistas finlandeses Tellervo Kalleinen y Oliver Kochta-Kalleinen liberaban el copyright de su proyecto Complaints Choir para poder extender la mancha y animar a otras entidades a organizar tinglados similares. Desde entonces se han creado más de 140, desde Filadelfia a Hong Kong. El 2016 Poderío Vital hizo su primer Coro de Quejas en Madrid. 

La idea es sencilla, atractiva y potente: todo el mundo que quiera manda una descripción de aquello que le corroe por dentro, y -hechas canción- todo el que quiera se junta en un coro efímero para cantarlas en un espacio público. Durante una semana, las participantes entrenan la voz y el cuerpo para llegar al resultado final: un cantar que desactiva la negatividad original de las frases, pero aprovecha su energía para generar algo positivo.

El proyecto artístico Poderío Vital abre espacios y organiza encuentros multidisciplinares para reflexionar sobre cómo estamos y cómo queremos estar juntas en la diferencia. En este caso, el poder vital está en la transparencia y la crudeza de las voces amateurs que se juntan, igual que sucede en un coro de góspel. Por otro lado, el poder vital está en la relativización: convertidas en partitura los agravios provocan la sonrisa, pierden peso. Lo dice el refrán: quién canta, sus males espanta.

Cambiando el título para el TNT, Poderío Vital modifica ligeramente, pero de manera significativa, la orientación de la propuesta. El acento recae en el potencial artístico, social y ancestralmente sanador de la canción, en la búsqueda de algo constructivo. Se trata, aquí, de superar el acto de quejarse en sí (saturados como están los  contextos presentes de gritos desde la bancada) para sacudirnos las frustraciones cantando y haciéndolo juntas. Porque en la escucha, el entender y el cantar de las penas ajenas se puede generar empatía y crear, también, sensación de comunidad. 

Sinopsis

En el 2006, los artistas finlandeses Tellervo Kalleinen y Oliver Kochta-Kalleinen liberaban el copyright de su proyecto Complaints Choir para poder extender la mancha y animar a otras entidades a organizar tinglados similares. Desde entonces se han creado más de 140, desde Filadelfia a Hong Kong. El 2016 Poderío Vital hizo su primer Coro de Quejas en Madrid. 

La idea es sencilla, atractiva y potente: todo el mundo que quiera manda una descripción de aquello que le corroe por dentro, y -hechas canción- todo el que quiera se junta en un coro efímero para cantarlas en un espacio público. Durante una semana, las participantes entrenan la voz y el cuerpo para llegar al resultado final: un cantar que desactiva la negatividad original de las frases, pero aprovecha su energía para generar algo positivo.

El proyecto artístico Poderío Vital abre espacios y organiza encuentros multidisciplinares para reflexionar sobre cómo estamos y cómo queremos estar juntas en la diferencia. En este caso, el poder vital está en la transparencia y la crudeza de las voces amateurs que se juntan, igual que sucede en un coro de góspel. Por otro lado, el poder vital está en la relativización: convertidas en partitura los agravios provocan la sonrisa, pierden peso. Lo dice el refrán: quién canta, sus males espanta.

Cambiando el título para el TNT, Poderío Vital modifica ligeramente, pero de manera significativa, la orientación de la propuesta. El acento recae en el potencial artístico, social y ancestralmente sanador de la canción, en la búsqueda de algo constructivo. Se trata, aquí, de superar el acto de quejarse en sí (saturados como están los  contextos presentes de gritos desde la bancada) para sacudirnos las frustraciones cantando y haciéndolo juntas. Porque en la escucha, el entender y el cantar de las penas ajenas se puede generar empatía y crear, también, sensación de comunidad. 

Ficha artística
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