William Christie dirige Platée, la primera òpera de Jean-Philippe Rameau.
Jean-Philippe Rameau tenía 50 años cuando comenzó a escribir obras musicales para el teatro. Gracias a los grandes esfuerzos de los estudiosos, actualmente conocemos mejor las obras que sus coetáneos.
Platée, obra insignia de la Ilustración, es un entretenimiento deslumbrante, una joya barroca y también la página más alegre y divertida del compositor. Cada escena es, efectivamente, una mezcla de temas iconoclastas: coros, danzas y mucha ironía.
Así, la trama habla de la obsesión de Platée (una ninfa acuática) por el amor de Júpiter y de cómo este le prepara una burla. Al final, en medio de la boda, se hace visible el engaño, y Platée, humillada, salta de regreso a su pantano. Más de 275 años de vida de una partitura que sigue rezumando seducción irresistible y libertad musical.
Al final de su vida, se le preguntó al compositor si prefería el sonido de los aplausos o bien la música de sus óperas. Después de unos instantes pensándolo, dijo: “Me gusta todavía más mi música”.