Patricia Caballero i Mónica Valenciano: Mnemosina

Patricia Caballero i Mónica Valenciano: Mnemosina

Sinopsis

En el espacio más mínimo un lugar se mece. Entre las palabras crece un gesto, hasta que se descompone un gemido. Y la pregunta? Lo que nace de un desequilibrio! De espaldas, en un antes del comienzo, sucede el pequeño poema. Música en los huesos y se filtra un recuerdo que desarticula el discurso; gran relajación. Los ritmos de un contacto, algo en la respiración y río en diferentes momentos de la frase … estos puntos son de una cicatriz? Cuántos interrogantes contiene tu pregunta? Cuando el no tiempo toca el cuerpo, algo se ha bailado: vibra la piel del espacio. ¿Qué deben soñar los muertos? Cuando lo perdido se presenta entre los parpadeos de este cuerpo segrega un blanco posible que acoge al instante. ¿Cuál era la pregunta?

En medio de una indagación en torno a la meteorología del cuerpo y la acústica del movimiento nos sumergimos en los mapas furtivos del subconsciente propio y colectivo. Las memorias antiguas y futuras, las que no se pudieron plasmar en ningún papel, aquellas que nos hacen ser de una o de otras maneras. Somos depósitos de vestigios, esencias y ausencias que operan secretamente en el proceso de una danza atencional y alquímica. En este exorcismo sigiloso nos permitimos crear el pasado, dar a luz a la memoria, como si se tratara de un acto creativo. Todo ello, en compañía de estos cuerpos orquestales, sus soplidos, sus lenguas y impregnaciones.

Duración:
Idioma:
Sin palabras
Sinopsis

En el espacio más mínimo un lugar se mece. Entre las palabras crece un gesto, hasta que se descompone un gemido. Y la pregunta? Lo que nace de un desequilibrio! De espaldas, en un antes del comienzo, sucede el pequeño poema. Música en los huesos y se filtra un recuerdo que desarticula el discurso; gran relajación. Los ritmos de un contacto, algo en la respiración y río en diferentes momentos de la frase … estos puntos son de una cicatriz? Cuántos interrogantes contiene tu pregunta? Cuando el no tiempo toca el cuerpo, algo se ha bailado: vibra la piel del espacio. ¿Qué deben soñar los muertos? Cuando lo perdido se presenta entre los parpadeos de este cuerpo segrega un blanco posible que acoge al instante. ¿Cuál era la pregunta?

En medio de una indagación en torno a la meteorología del cuerpo y la acústica del movimiento nos sumergimos en los mapas furtivos del subconsciente propio y colectivo. Las memorias antiguas y futuras, las que no se pudieron plasmar en ningún papel, aquellas que nos hacen ser de una o de otras maneras. Somos depósitos de vestigios, esencias y ausencias que operan secretamente en el proceso de una danza atencional y alquímica. En este exorcismo sigiloso nos permitimos crear el pasado, dar a luz a la memoria, como si se tratara de un acto creativo. Todo ello, en compañía de estos cuerpos orquestales, sus soplidos, sus lenguas y impregnaciones.

Ficha artística
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