Los co-directores de LaCerda, Johann Pérez Viera y Edsward Tamayo, presentan dos piezas breves, dos solos que indagan en la esencia de la danza y la relación que se establece con el público a través de la acción de bailar: Obsequio y Tempo y tono.
Sinopsis
OBSEQUIO, Johann Pérez Viera – LaCerda (45 minutos)
Emulando épocas pasadas, cuando el movimiento se ofrecía como tributo para honrar a monarcas, Obsequio fue concebido como un regalo para deleitar al público a través de la entrega de una danza.
La pieza se basa en la experiencia compartida de presenciar el movimiento como una forma de conexión y diálogo. A través de todo el cuerpo, el solo abraza la vulnerabilidad inherente al acto de enfrentarse a uno mismo, ofreciendo un viaje de danza, poesía del cuerpo y música. Obsequio se convierte en un gesto necesario de autoafirmación, una invitación a abrazar la individualidad, a mostrarse y a disfrutar del cuerpo plenamente y sin reservas.
TEMPO Y TONO, Edward Tamayo – LaCerda (15 minutos)
El tempo es la velocidad de la música y del baile, mientras que el tono es la escala de la música, la cual influye en el estado emocional y en la interpretación. Estos dos elementos son esenciales para la expresión y la dinámica de la música y el baile.
A partir de estas premisas, Edward Tamayo asume la musicalidad como un elemento intrínseco a la danza en su esencia, el baile, y se pregunta por la relación intangible entre música y danza. ¿Se puede percibir el ritmo interno del intérprete, incluso sin música? ¿Qué relaciones se establecen entre el ritmo del intérprete y el ritmo de la música? ¿Qué papel juega la mirada del espectador en este diálogo?