Los Titiriteros de Binefar: El Bandido Cucaracha

Los Titiriteros de Binefar: El Bandido Cucaracha

Sinopsis

En 1989, Los Titiriteros de Binéfar estrenaron la historia de Mariano Gavín, el Bandido Cucaracha. Más de 20 años después vuelven a representarla para que las actuales generaciones conozcan el mito de este bandolesr benefactor, al que sólo pudieron capturar envenenando el vino. “El Robin Hood de los Monegros” como dijo la crítica en su momento. El bandolero Cucaracha relata la vida y aventuras del bandolero Mariano Gavín, alias “Cucaracha”. Muerto en 1875 en Lanaja (Huesca). Titiriteros de Binéfar, que recibieron el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud 2009, se utilizan en este montaje técnicas titiriteros muy diversas: muñecos de varas, de guante, siluetas, cabezudos, máscaras y un retablo que se abre por todas partes como si fuera una caja de sorpresas.

Además el espectáculo se tocan una docena larga de instrumentos tradicionales aragoneses: dulzaina, gaita, acordeón, guitarrón, etc. y se interpretan un amplio abanico de melodías tradicionales. Contiene asimismo una reflexión sobre la situación social en el siglo XIX en Aragón: caciquismo, latifundismo, desigualdad social, trabajo infantil, etc. Una comedia comprometida para una época comprometida.

Todas las novedades de teatro familiar en tu correo una vez al mes

"*" señala los campos obligatorios

Sinopsis

En 1989, Los Titiriteros de Binéfar estrenaron la historia de Mariano Gavín, el Bandido Cucaracha. Más de 20 años después vuelven a representarla para que las actuales generaciones conozcan el mito de este bandolesr benefactor, al que sólo pudieron capturar envenenando el vino. “El Robin Hood de los Monegros” como dijo la crítica en su momento. El bandolero Cucaracha relata la vida y aventuras del bandolero Mariano Gavín, alias “Cucaracha”. Muerto en 1875 en Lanaja (Huesca). Titiriteros de Binéfar, que recibieron el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud 2009, se utilizan en este montaje técnicas titiriteros muy diversas: muñecos de varas, de guante, siluetas, cabezudos, máscaras y un retablo que se abre por todas partes como si fuera una caja de sorpresas.

Además el espectáculo se tocan una docena larga de instrumentos tradicionales aragoneses: dulzaina, gaita, acordeón, guitarrón, etc. y se interpretan un amplio abanico de melodías tradicionales. Contiene asimismo una reflexión sobre la situación social en el siglo XIX en Aragón: caciquismo, latifundismo, desigualdad social, trabajo infantil, etc. Una comedia comprometida para una época comprometida.

Ficha artística
Ver ficha entera
¡Enlace copiado!