La compañía La tristura investiga los límites entre realidad y ficción, entre la presentación y la representación, siempre con la idea de que la intimidad y la poesía son elementos políticos. En este montaje, habla sobre la democracia española medio siglo después, pero con la mirada de los técnicos y otros trabajadores y trabajadoras de la escena que habitualmente no vemos en el escenario.
Siempre con un punto de vista que se aleja de los más habituales, La tristura se fija en esta producción en el momento en que los técnicos dotan el sueño de una estructura física. Ellos son los protagonistas de un montaje que paralelamente repasa momentos icónicos de los últimos años de nuestra democracia.
Sinopsis
No se trata tanto de juzgar la democracia como de tomar conciencia de su juventud en términos históricos. Todo se puede, aún, reconstruir o transformar. Todo podría renacer, como anuncia el título, y nos explica un montaje que se desarrolla entre pruebas de sonido, confesiones a media voz y técnicos de escenario que montan y desmontan decorados. Con momentos coreográficos que llevan la firma de la compañía Mucha Muchacha, hablan de amores o de secretos familiares, recuerdan la infancia y se preguntan, también, por la necesidad de implicarse en la regeneración de nuestro mundo. Porque, muy probablemente, mañana nos querremos volver a levantar de la cama y, a pesar de todo, estrenar otro día.