La ópera buffa por excelencia con una nueva producción de la Staatstheater am Gärtnerplatz (Múnich) y el Théâtre du Capitole (Toulouse)
Desde su estreno en Roma en 1816 —y a pesar de una primera representación accidentada—, las aventuras de Figaro, el barbero alcahuete sevillano, han hecho las delicias de generaciones de espectadores operísticos.
La comicidad de la música rossiniana, al servicio del libreto de Cesare Sterbini sobre Beaumarchais, no puede desvincularse de la gran tradición de la ópera bufa tardía, heredera de la gran escuela napolitana y con una acción trepidante y personajes inolvidables.
La ópera de Gioachino Rossini vuelve al Liceu con un reparto que incluye a Maxim Mironov y Paola Gardina en el contexto de una puesta en escena luminosa y colorida, coproducida con Múnich y Toulouse.