Sinopsis
El director suizo Milo Rau lleva a escena el caso del asesino de niños Marc Dutroux que conmocionó Bèlgica en 1996. Un espectáculo interpretado por niños. Una experiencia de confrontación en la que se mezclan cuestiones estéticas y morales.
Premio Especial del Jurado en los Premios de la Crítica de Teatro y Danza de Bélgica temporada 2015/16.
Hace cien años, Igor Stravinski escribió Cinco piezas fáciles para enseñar a sus hijos a tocar el piano. Con Seven Easy Pieces, Marina Abramovic llevó a cabo algunos de los momentos más representativos de la performance. Ahora Milo Rau inicia a los niños en la absurdidad emocional y política, y en los pozos sin fondo del mundo adulto. ¿Qué significa involucrar a los niños en el teatro para adultos? ¿Qué nos cuenta esto del poder y la sumisión, del teatro y de la interpretación, del mimetismo y la humanidad?
Five Easy Pieces es un experimento. En cinco ejercicios de absoluta simplicidad, escenas cortas y monólogos a cámara, los jóvenes actores adoptan varios roles: un oficial de policía, el padre de Marc Dutroux, una de las víctimas, o los padres de una niña muerta. Y lo hacen a través de las reproducciones que hemos ensayado junto con actores adultos: una visita al lugar de los hechos, un funeral, una escena cotidiana de la vida del padre de Marc Dutroux. Por un lado, se va desplegando un panorama de la historia de Bélgica, desde la declaración de independencia del Congo hasta la Marcha Blanca de octubre de 1996. Por otro, el espectáculo considera los límites de lo que los niños saben, sienten y se les permite hacer. ¿Qué significa observarlos en estas escenas? ¿Qué hacemos con nuestros propios miedos, esperanzas y tabús?