Extinction Rave

Sinopsis

¿Sabías que la palabra “pastel” fue mencionada 10 veces más que “cambio climático” en los programas de televisión del Reino Unido en 2020? Como los músicos del Titanic en medio del naufragio continuamos pinchando techno eludiendo la tragedia final. Extinction Rave no es más que otra pieza antropocéntrica que finge una tensión con el entorno, pero en verdad, le da igual. Ha perdido el norte. Cuerpos edulcorados, productivos, medicados, sometidos al mandato de felicidad obligatoria y a la vez precipitados al colapso ambiental.

Cada especie suele durar en la Tierra una media de cinco millones de años y después desaparece. La nuestra lleva unos 200.000 y, según algunas expertas, nos lo tendremos que currar mucho para conseguir la esperanza de vida media de las otras especies. ¿Qué haré con esta información? Entrenar para olvidarla en el menor tiempo posible. Entrenar para conseguir una suprema y desbordante apatía. Entrenar la indiferencia, para ser pura, íntegra e incontinente desidia.

La Fundación Mis Bragas intenta aportar “una perspectiva ecofeminista para observar el estado del planeta y las contradicciones de nuestro tiempo, mientras resbalamos precipitadamente hacia el fin del mundo tal como lo conocemos”. Sonidos naturales y urbanos terminarán convertidos en música electrónica. Te invitarán a recuperar tu cuerpo y a hacerte cargo de él de forma colectiva con el resto del público, para replantear cómo se inserta en la trama de la vida y cómo forma parte de ella. Las intérpretes cuestionarán la mirada de la modernidad: la fantasía de independencia entre lo humano y “la naturaleza” y el orden de subordinación que sitúa a la naturaleza al servicio del ser humano. Esto es un ritual contemporáneo semificcionado en el que se utilizan como lenguaje estímulos sonoros, lumínicos y corporales.