Siete años después de Sé de un lugar, Iván Morales abre otro ciclo y vuelve a hablar de nuestra cotidianidad, esta vez desde una nueva mirada. Sin embargo, ahora ya no habla tanto de cómo sobrevivir a la muerte del amor y a la ruptura de los vínculos, sino que se centra en lo que nos une, que es más complejo. Esmorza amb mi pone el foco en cómo podemos volver a creer y cómo puede volver a nacer el amor; como nos acercamos a la madurez, pero no queremos dejar de jugar, por más difícil que parezca a veces.
Sinopsis
Natalia y Salva se han enrollado cinco veces, no más. Su relación ha sido hasta ahora poco profunda, prácticamente no saben nada el uno del otro. Natalia tiene treinta y pocos años, un hijo con un hombre del que ha tardado mucho, demasiado, en desenamorarse, pocas perspectivas profesionales aparte del trabajo de camarera en uno de los bares más canallas del Chino, mucho estrés y la necesidad de entender de una vez por qué el amor la hace sufrir tanto. Es por ello que, siguiendo su vocación artística nunca del todo exitosa, ha decidido hacer un documental sobre el desamor, para ver si, compartiendo su dolor con el mundo, este dejará de pesarle tanto.
A veces la ambición es solo esta, sencillamente desyunar juntos, más allá de cualquier sueño gradiloqüente. ¿Qué estamos dispuestos a hacer y a sacrificar para no dejar de desayunar juntos?