El tiempo que nos queda es una experiencia teatral multidisciplinaria donde la música en vivo, la iluminación no convencional y una narrativa poética nos conducen a través de mundos, memorias y almas. No te pierdas esta cita con la eternidad. Una obra para sentir, pensar y recordarnos que donde no hay vida, tampoco puede haber muerte.
Sinopsis
¿Qué queda cuando el tiempo se detiene?
En la Eterna Eternidad, dos muertes trabajan en armonía para dar equilibrio al mundo. Sin embargo, un aviso del tiempo interrumpe su rutina: la humanidad está al borde de la extinción. Comienza así una búsqueda contrarreloj por la esencia más pura de lo humano, esa chispa vital que da sentido tanto a la vida como a la muerte.
Esta obra explora temas sociales actuales —como la migración, el colapso ambiental y la desigualdad— desde un espacio onírico y sin fronteras. También nos habla de la maternidad, el olvido, la memoria y la posibilidad de redención a través del amor esencial: Amor est vitae essentia.
Técnica y estética
Una infraestructura técnica autónoma, diseño de luces disruptivo, escenografía viva y música en directo permiten que esta obra se adapte a cualquier escenario. Todo el montaje ha sido concebido por un equipo artístico internacional desde Bolivia, Colombia, Argentina, Cataluña y España.
“La luz es la forma tangible del tiempo. Para ver lo que pasa en escena, primero hay que buscar en las profundidades de unx mismx”. – Kala Badessich
Obra ganadora de la residencia de creación Sala Periferia Cimarronas 2024.