También en el marco de Dansa: Quinzena Metropolitana contamos con la presencia singular de la bailarina y coreógrafa Elena Córdoba, miembro de la generación que en los años 90 ya investigaba nuevos lenguajes escénicos. Esta pieza, estrenada en 2018 en los Teatros del Canal, es la primera parte de un proyecto de investigación y creación sobre el envejecimiento del cuerpo titulado La edad de la carne.
Sinopsis
La figura de la bailarina ha sido el paradigma de todo lo que puede hacer el cuerpo en pleno uso de sus facultades, incluso de lo que imaginamos que el cuerpo nunca podría hacer. Pensemos por un momento, cuál sería el modelo que podría ofrecer el cuerpo de una bailarina vieja. ¿Sería paradigmático un cuerpo vulnerable, estéril y nada sexi? ¿Sería ejemplar un cuerpo cuya capacidad de dominio es cada vez más limitada? Para acercarnos a estas preguntas decidimos imaginar una criatura ficticia y paradójica: La bailarina vieja.
El cuerpo de la bailarina vieja se entrena para prodigios que nunca podrá realizar. Pero, a pesar de todas estas contradicciones, la bailarina vieja tiene una ventaja sobre las demás criaturas: ella baila con los límites de su cuerpo como parte de su propia esencia