Dones Lliures

Mireia Clemente y Laura Sancho se ponen en la piel de ex presas de la cárcel Trinitat Vella de Barcelona para poner sobre la mesa la represión, el aislamiento forzado de las presas comunes y el trato vejatorio que sufrieron muchas mujeres en los años del tardo franquismo.

La obra habla de libertad y nos trae a la memoria las vidas de aquellas mujeres que lucharon por conseguir la democracia y el fin de la represión.

El montaje se articula en torno a voces en off, música e imágenes de la época que sitúan al espectador y un Iván Campillo que interpreta la figura del franquismo en todo su esplendor.  Las dos actrices cambian de registro, dialogan, se entristecen y se ríen, y lo hacen llegando al corazón de los espectadores que viven su dolor y su impotencia. Todo ello en un escenario en el que tan solo hay dos sillas que dan mucho juego y que consigue representar cada uno de los lugares en los que se situa la acción.

Dones Lliures no es una obra al uso, es una lección de historia para recordarnos lo que fue y lo que no debe volver a ser nunca.

La Compañía La Voz Ahogada; Proyecto Escénico lleva al teatro un proyecto sobre las mujeres durante los últimos años del franquismo. A partir de la Capuchinada en 1969, todos los movimientos políticos y sociales que habían trabajado hasta ese momento en la más absoluta clandestinidad, poco a poco fueron saliendo a la calle, poniendo de acuerdo con todas las fuerzas sociales, obreras e intelectuales para acabar con la dictadura y conseguir las libertades y la democracia.

El franquismo empezaba a recibir presiones de Europa y los movimientos antifranquistas eran cada vez más potentes. No fue fácil. Fueron unos años en los que el régimen veía peligrar su estabilidad y, aun haciendo coletazos de muerte, endureció mucho la represión. En esta obra no se habla de los fusilados y, aunque el foco se ha puesto en las mujeres de la Trinidad, es obligatorio recordar que en el año 75 Franco firmó 5 sentencias de muerte de las que recordamos nombres y apellidos y que nos trastornan todavía. Fueron asesinados en Barcelona en septiembre del 77. Entre los condenados a muerte había dos mujeres: Concepción Tristan y Maria Jesús Dasca que por suerte fueron amnistiadas en el 77. Ambas murieron con 50 y pocos años.
Toda esta historia la conocemos todos los que tenemos más de cincuenta años y la mayoría de la gente que había ayer en el estreno de Dones Lliures.

En la obra sólo salen relatos de mujeres en la Comisaría de Laietana y en la cárcel de la Trinidad lugar en el que las presas políticas tenían ciertos privilegios sobre las presas sociales y los encarcelados por la ley de Vagos y maleantes (homosexuales, prostitutas y todos aquellos que no estaban alineados con la idea del régimen).

Dones lliures es una obra documental con muchas imágenes y vídeos de archivo salpimentadas con historias personales extraídas de recopilaciones de relatos de mujeres que lo vivieron y que interpretaban Mireia Clemente y Laura Sancho. El franquismo es representado por Iván Campillo de forma grotesca y que logra arrancar alguna carcajada entre el público.
El tardofranquismo es demasiado cercano para los mayores pero desconocido absolutamente para los jóvenes. Quizás habría que acercarla a los institutos y escuelas de formación profesional aportando la verdad más cruel de aquella época que no ha sido capaz de transmitir esta obra.
Las voces de 12 mujeres y sus fotos colgadas al final de la obra llenan la sala de aplausos emotivos.