Sinopsis

El director Alberto Velasco ya estrenó en 2015 Danzad malditos, una pieza que reproducía en escena uno de los concursos que abundaban en los Estados Unidos del tiempo de la Gran Depresión y en los que parejas sin recursos luchaban desesperadamente por conseguir un premio en metálico. Ahora Velasco profundiza en la propuesta y recurre a actores, actrices, bailarines y bailarinas en paro para interpretar una pieza coreográfica que, más allá de la simple reproducción de aquellos concursos, quiere rendir homenaje a los llamados “perdedores”, a aquellos que se quedan por el camino y no alcanzan sus objetivos. Lo hace centrándose especialmente en el mundo de la danza y la interpretación teatral, una profesión tan bella cómo difícil y cruel, en la que apenas el veinte por ciento de los aspirantes puede trabajar y en la que los y las intérpretes tienen que esperar a ser elegidos por los directores o directoras de casting, convirtiéndose así en simples espectadores de su propio triunfo o derrota. La propuesta de Velasco toma la forma de una creación site-specific (pensada para un espacio en concreto) que parte de la novela de Horace McCoy They shoot horses, don’t they? (¿Acaso no matan a los caballos?), que el director Sydney Pollack convirtió en un filme del mismo título (estrenado en castellano como Danzad, danzad, malditos, 1969). La transforman en un montaje coreográfico unos actores y bailarines que llevan tiempo sin trabajar y que, por lo tanto, disponen de una energía creativa única y están en las mejores condiciones posibles para contar una historia como esta.

Una producción de La Caldera, Centro de Creación de Danza y Artes Escénicas.

Duración:
Idioma:
català i castellà
Sinopsis

El director Alberto Velasco ya estrenó en 2015 Danzad malditos, una pieza que reproducía en escena uno de los concursos que abundaban en los Estados Unidos del tiempo de la Gran Depresión y en los que parejas sin recursos luchaban desesperadamente por conseguir un premio en metálico. Ahora Velasco profundiza en la propuesta y recurre a actores, actrices, bailarines y bailarinas en paro para interpretar una pieza coreográfica que, más allá de la simple reproducción de aquellos concursos, quiere rendir homenaje a los llamados “perdedores”, a aquellos que se quedan por el camino y no alcanzan sus objetivos. Lo hace centrándose especialmente en el mundo de la danza y la interpretación teatral, una profesión tan bella cómo difícil y cruel, en la que apenas el veinte por ciento de los aspirantes puede trabajar y en la que los y las intérpretes tienen que esperar a ser elegidos por los directores o directoras de casting, convirtiéndose así en simples espectadores de su propio triunfo o derrota. La propuesta de Velasco toma la forma de una creación site-specific (pensada para un espacio en concreto) que parte de la novela de Horace McCoy They shoot horses, don’t they? (¿Acaso no matan a los caballos?), que el director Sydney Pollack convirtió en un filme del mismo título (estrenado en castellano como Danzad, danzad, malditos, 1969). La transforman en un montaje coreográfico unos actores y bailarines que llevan tiempo sin trabajar y que, por lo tanto, disponen de una energía creativa única y están en las mejores condiciones posibles para contar una historia como esta.

Una producción de La Caldera, Centro de Creación de Danza y Artes Escénicas.

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