Los Dadàs Quartet proponen un espectáculo creado especialmente para la ocasión, en torno a la muerte, con el nombre de Dada is dead.
El espíritu dadaísta se caracteriza por su deseo de alejarse de lo racional, por su tendencia al contrasentido, el amor por lo espontáneo y la intuición, así como una profunda conexión entre el arte y el humor. El dadaísmo suponía una rebelión contra el positivismo imperante y la racionalidad, rompiendo con las convenciones y los paradigmas establecidos sobre la cultura y el arte.
El dadaísmo fue un raro canto a la libertad total a la creación, retando a la sociedad a reflexionar sobre la autenticidad del lenguaje, el objeto y la imagen.
La formación Dadàs Quartet quiere recordarnos ahora la importancia de nuestra mirada única e intransferible, que el arte también es juego y, sin juego, no hay posibilidad de ser. Un espíritu más necesario que nunca para combatir los nuevos cánones y dogmas de la cultura y el arte.