Sinopsis
Àngels Margarit, una de las grandes creadoras de danza contemporánea del momento, traduce en movimiento y hace visibles en el espacio los 24 capricci del violinista y compositor Niccolò Paganini.
Cuando la escuchaban interpretar con un virtuosismo fuera tamaño, muchos en su tiempo pensaban que Paganini (1782-1840) había hecho un pacto con el diablo. Nadie igualaba su habilidad y técnica, de ahí que su fuera un caso especial: fue uno de los primeros en utilizar el violín en solitario y hacer giras sin el acompañamiento de otros músicos. Los 24 capricci es una de sus obras de referencia.
Ahora Àngels Margarit asume el reto, no de interpretarlos con un violín, sino con los cuerpos de una serie de bailarines que dibujan la música en el espacio y que proponen diferentes juegos escénicos a partir de la estructura musical de cada pieza. Más allá del virtuosismo de la obra musical, la articulación de la serie de los veinte y cuatro estudios invita a una propuesta escénica única, la idea de capricho como juego y diversión que atraviesa la pieza. El proyecto se inicia en el Grec 2013 y es una propuesta modular y modulable que convierte también en un capricho cada representación.
En el site-specific de La Pedrera, la pieza juega con la arquitectura integrándola en la reinterpretación coreográfica de la música, en una propuesta modular para diferentes espacios del edificio; un recorrido en el que el público se irá encontrando los bailarines.