Sinopsis
Este trabajo lleva como título el nombre del pincel que se utiliza en la técnica japonesa kintsugi, que consiste en la reparación de fracturas de piezas de cerámica con un barniz de resina mezclado con polvo de oro, plata o platino. Así, se plantea que las fracturas y las reparaciones forman parte de la historia de un objeto y que se tienen que mostrar en lugar de esconderse. Antiguas piezas reparadas mediante este método son más valoradas que piezas que nunca se rompieron. La obra parte de este concepto para poner en valor cuerpos con cicatrices, heridos, porque éstos tienen mucho que decir.
Vero Cendoya combina su carrera como intérprete, profesora, ilustradora y coreógrafa. En 2008 creó su propia compañía de danza-teatro. Ha llevado a cabo tanto proyectos personales como colaboraciones con profesionales nacionales e internacionales de diferentes disciplines como teatro, pintura, transformismo, música, poesía o fútbol, centrándose especialmente en temas sociales: proyectos sobre el cáncer de mama, el autismo, el parricidio, la inclusión social… Sus obras se han representado en diversos festivales y teatros de todo el mundo. Desde hace unos años combina proyectos artísticos con sociales que trabajan con personas con diversidad intelectual y colectivos vulnerables.