Rostoll Cremat de Toni Gomila, es una historia de codicia y ambición está ambientada en Mallorca y habla de turismo pero es, de hecho, una metáfora escénica de la sociedad en que vivimos. Un montaje con mucho sol que parte de un cuento y en el que las gallinas ponen huevos de oro.
Sinopsis
¿Habéis escuchado alguna vez el cuento de En Joanet de sa gerra? Tiene muchos años, pero aún hoy parece hablarnos al oído. Os lo contarán, seguro, el dramaturgo y actor Toni Gomila y sus compañeros de escenario, que abordan la realidad más próxima con la que conviven los mallorquines y mallorquinas. Lo hacen con una historia procedente de la tradición popular pero también con textos, historias e ideas que igual forman parte de las obras de Henrik Ibsen que de un Shakespeare o una pieza de Chéjov… Todo, aliñado con las palabras del propio Gomila, que nos habla sobre la Mallorca a la que se va a buscar el sol en invierno, la que se llena a rebosar de turistas en verano, la que echa de su casa a alguien para colocar a un visitante que paga bien, la que ha encontrado en el turismo, en definitiva, una gallina que pone huevos de oro y se tuesta bajo el sol. ¿Cómo ha cambiado ese turismo que es fuente de riqueza y de tantas otras cosas la mentalidad y los hábitos de los mallorquines y mallorquinas? ¿Hablamos sobre las luces y las sombras de ese fenómeno turístico que ha marcado para siempre jamás más la vida de los isleños? Es, precisamente, lo que Toni Gomila explora con un montaje que habla sobre límites y ambición.
Seguro que aún asociáis el nombre del dramaturgo al montaje Acorar, una reflexión universal sobre la identidad de los pueblos a partir de un hecho particular (la matanza del cerdo y el campesinado mallorquín) que después de ocho años sigue llenando las salas donde se representa. De hecho, el propio Gomila confiesa que Rostoll cremat (“Rastrojo quemado” en castellano) retoma, amplifica y multiplica la ambición escénica que le llevó a escribir Acorar y que representa la culminación de veinte años de trayectoria. Ácido, irónico, mordaz… Así es un texto que, una vez más, toca una situación particular para transmitir un mensaje universal. Dirige el montaje Oriol Broggi, alma de la compañía La Perla 29 que, hace ahora un año, abrió la última edición del Grec con El poema de Guilgamesh, rei d’Uruk.
Catalán
¿Habéis escuchado alguna vez el cuento de En Joanet de sa gerra? Tiene muchos años, pero aún hoy parece hablarnos al oído. Os lo contarán, seguro, el dramaturgo y actor Toni Gomila y sus compañeros de escenario, que abordan la realidad más próxima con la que conviven los mallorquines y mallorquinas. Lo hacen con una historia procedente de la tradición popular pero también con textos, historias e ideas que igual forman parte de las obras de Henrik Ibsen que de un Shakespeare o una pieza de Chéjov… Todo, aliñado con las palabras del propio Gomila, que nos habla sobre la Mallorca a la que se va a buscar el sol en invierno, la que se llena a rebosar de turistas en verano, la que echa de su casa a alguien para colocar a un visitante que paga bien, la que ha encontrado en el turismo, en definitiva, una gallina que pone huevos de oro y se tuesta bajo el sol. ¿Cómo ha cambiado ese turismo que es fuente de riqueza y de tantas otras cosas la mentalidad y los hábitos de los mallorquines y mallorquinas? ¿Hablamos sobre las luces y las sombras de ese fenómeno turístico que ha marcado para siempre jamás más la vida de los isleños? Es, precisamente, lo que Toni Gomila explora con un montaje que habla sobre límites y ambición.
Seguro que aún asociáis el nombre del dramaturgo al montaje Acorar, una reflexión universal sobre la identidad de los pueblos a partir de un hecho particular (la matanza del cerdo y el campesinado mallorquín) que después de ocho años sigue llenando las salas donde se representa. De hecho, el propio Gomila confiesa que Rostoll cremat (“Rastrojo quemado” en castellano) retoma, amplifica y multiplica la ambición escénica que le llevó a escribir Acorar y que representa la culminación de veinte años de trayectoria. Ácido, irónico, mordaz… Así es un texto que, una vez más, toca una situación particular para transmitir un mensaje universal. Dirige el montaje Oriol Broggi, alma de la compañía La Perla 29 que, hace ahora un año, abrió la última edición del Grec con El poema de Guilgamesh, rei d’Uruk.
- Dirección:
- Dramaturgia:
Toni Gomila - Ayudantía de dirección:
Joan Miquel Artigues - Escenografía:
Oriol Broggi
Rafel Lladó - Iluminación:
Guillem Gelabert - Sonido:
Oriol Broggi - Vestuario:
Antònia Fuster - Vídeo:
Agustí Torres - Producción:
Grec 2019 Festival de Barcelona
Teatre Principal de Palma
Produccions de Ferro - Producción ejecutiva:
Fàtima Riera
Cristina Bugallo
- Magui AlbaTeatre Barcelona
- Francesc Esteve i TomàsTeatre Barcelona
- Neus Mònico FernándezTeatre Barcelona
- Berta Cotrina DomingoTeatre Barcelona
- Miquel Gascon BazTeatre Barcelona
- Carles Armengol GiliTeatre Barcelona
- JOSE GABRIEL DEL VIEJO
- Victòria Oliveros Layola
- Josep OS