Jango Series

¡Qué lujo, un directo con Jango Edwards …! La definición de un mago del clown. Una colección viviente de gags propios, incomparables, inimitables. Los suyos de siempre.

Y es que Jango nos demuestra que la edad y la forma física no serán nunca un obstáculo cuando el talento sobra. Él es un payaso. Un payaso descarado, vigoroso, siempre irreverente y, al mismo tiempo, comprometido socialmente, atento a los tiempos convulsos que vivimos.

En La Gleva, hasta el 27 de septiembre, Jango Edwards practica el triple salto. Con Nouveau Clown Instituto de Barcelona, ​​organiza el Festival Internacional de Clown, con la serie de espectáculos titulado «Jango Edwads: the man, the myth, the legend». Semanalmente, se ofrecen nuevas propuestas secuenciadas en tres tipos de shows diferentes. Los viernes, Jango Series, con artistas invitados con quien el gran clown ha trabado en algún momento complicidades, todo para hacer funcionar el «nose business». Los martes y los miércoles, Festival of fools, con exponentes del clown internacional, muchos de ellos dirigidos por Jango Edwards. Y finalmente, remacha el clavo con Cabaret Cabron los fines de semana, una exhibición del clown más rompedor, rebelde y macarra, adjetivos que han hecho de nuestro protagonista un artista diferente, y que le han otorgado su marcado carácter.

Cada una de las sesiones, con o sin él, llevan su sello desde el primer minuto. El espacio, intimista y cercano, facilita la conexión con la audiencia, que a pesar de las medidas restrictivas provocadas por la situación de pandemia, se dispone, fiel, a disfrutar, admirar y casi desmenuzar cualquiera de los detalles que se le presentan. La acción del clown es una sucesión de detalles. Y es importante no perderse ninguno.

Como decía Jango en una de sus disertaciones durante el espectáculo, sólo la risa puede salvar el mundo. Es nuestra gran arma, la más poderosa. Y aunque sea detrás una máscara, se asocia con la mirada y entonces su efecto se multiplica. De clown profeta.

¡Viva las sonrisas! ¡Viva la revolución! ¡Jango para siempre!