Circo de los Horrores: Apocalipsis

Aquest cop he de dir que hi tinc dues valoracions d'aquest espectacle, i així ho intentaré explicar ...

El Circo de los Horrores ha tornat a Barcelona amb l'espectacle Apocalipsis i aquest cop he anat a veure-ho i a deixar-me sorprendre a través d'aquest circ i teatre d'impacte tal com s'anuncien.

Amb aquest fil conductor ens presenten uns números de 'circ' diferents del que hem vist. És pur espectacle que agrada i molt al públic assistent. Però...

Anem preparats, no és un circ com hem vist últimament. És directament un espectacle amb molta adrenalina en vena que comença directament quan tenim el bitllet a la mà i entrem a la seva carpa.

El primer que em crida l'atenció es l'entregat que veiem el públic. Sembla que anem a veure un grup musical en la seva gira per Barcelona. Abans de començar ja tenim al cap de pista amb els assistents. Primer moment d'incòmodament de la nit (i no l'únic) amb el que m'agrada anar al teatre i ser partícip de la funció aquí puc ser protagonista sense voler i a més rebre de debò.

Però no tot són aquests moments incòmodes, tenim els diferents números acrobàtics que emocionen de debò. I estan magníficament executats. Tots rebuts amb aplaudiments per part de tot el públic. Entre un número acrobàtic i l'altre, el públic és el protagonista de la pista. Altres moments incòmodes que entre els que hem anat i estem asseguts estem amb l'angoixa que no ens toqui sortir.

Sí, ha estat tot un espectacle. Un concert d'òpera rock circense, tal com diuen, que fusiona en un xou rock i òpera, música en directe, teatre musical i el risc (i mai millor dit) del circ. Per cert, per molt que dic que tenim òpera, si sou amics del Liceu, aquesta no és la millor opció per a vosaltres.

La part visual és brutal!! No puc dir res més que val la pena per l'efecte que produeix en tot moment i que et deixa bocabadat.

Amb tot és un muntatge brutal i trepidant que accelera de 0 a 100 en pocs minuts o et deixa sense alè. Podeu veure la resta de la meva opinió al següent enllaç i podreu comprendre més la meva puntuació. Possiblement pels números que conformen l'espectacle hauríem de proposar un punt més alt però l'opinió personal és de tot el muntatge en general i com l'he percebut des de l'inici.

El Circo de los horrores porta molt anys oferint diversos espectacles amb èxit a Barcelona tot aconseguint arrossegar un públic molt fidel, tal i com es percep mentre s'està veient la seva nova proposta. Personalment, no havia vist cap dels seus anteriors espectacles, ja que era reticent i creia que no anirien amb mi, però haig de dir que estava equivocat i que ha estat tota una grata sorpresa.

Es tracta d'un espectacle d'alt pressupost dins d'una gran carpa i que compta amb un escenari inmens, el qual no sempre resulta fàcil d'omplir tot i que es fa un bona feina al respecte, permetent fer entrar l'espectador dins de l'atmosfera desitjada. En aquest sentit, trobem uns números de circ originals, variats i en molts casos sorprenents, diferenciant-se d'altres espectacles del mateix estil. Així, trobem des de números de caire més intimista i sensible fins a números d'alta intensitat i decibels amb motocicletes, els quals desprenen molta adrenalina. Tot això amanit per una posada en escena molt teatral, amb música en directe i una pantalla gegant que mostra una excel·lent infografia que ajuda a submergir-nos en l'espectacle. No obstant, considero que la part humorística d'interacció amb el públic resulta molt repetitiva i s'excedeix de durada, tot i resultar graciosa en diversos moments.

Així doncs, ens trobem davant d'un espectacle ben construit que aposta per la fusió entre la teatralitat i el circ en un format de grans dimensions, transmetent una atmosfera apocalíptica molt aconseguida gràcies a una acurada posada en escena.

El Circo de los Horrores nació en el 2006 gracias al empujón de los hermanos Manu y Rafa González y la creatividad del clown Suso Silva, que querían acercar el circo a un público joven, adulto, y apostar por unos contenidos que se acercaban más al circo primigenio (la exhibición de monstruos) que al que se hacía en aquel momento. Se decidieron por el terror, como base, y también por el humor, y lo cierto es que la fórmula funcionó. Desde entonces se han producido cuatro espectáculos: Circo de los Horrores, Manicomio, Cabaret maldito y el actual Apocalipsis, que quizás se aleja un poco de los anteriores y apuesta por el gran formato y la espectacularidad de un concierto de rock.

Lo primero que te encuentras en Apocalipsis es una pantalla gigantesca que acaba teniendo un gran protagonismo. Si añadimos música en directo (a ratos), la agresiva estética de Mad Max y un buen puñado de números circenses con mucha testosterona (motos, números de fuerza, pelotas «voleadoras», lanzadores de puñales) ya lo tendremos todo hecho. Bien, en realidad todavía faltarían las intervenciones de Suso Silva, que constituyen el alma de este peculiar injerto entre circo y cabaret. Es en este punto donde encontramos el espíritu gamberro de la fórmula, la autenticidad de un producto que juega con el público, lo provoca y lo anima a participar. Son momentos muy divertidos, donde Silva exhibe su conexión con los espectadores, e incluso su voz en algún que otro tema musical. Una voz, al estilo de Rosendo, que acaba transformando un espectáculo pretendidamente terrorífico en un tipo de concierto de heavy metal…

Ambientado en un hipotético Apocalipsis lleno de clanes en continua pelea donde sus únicas armas son los números de circo, «El circo de los horrores» plantea un nuevo espectáculo, el cuarto de su carrera; después de «El circo de los horrores», «Cabaret maldito» y «Manicomio», donde lo pone todo sobre el escenario, en un montaje de grandes dimensiones, sin consideraciones y con una gran apuesta para el espectáculo. El público dispuesto a sufrir por la dificultad de ciertos números, animar, chillar, aplaudir, reír y lo que haga falta des del primer momento, se sitúa como víctimas de un gran apocalipsis que empieza con un rap concienciador de la mano de unas imágenes sobre el planeta Tierra y la naturaleza, en la enorme pantalla que hace de fondo en el escenario. Ese será el leitmotiv vertebrador del espectáculo junto con la importancia de reaccionar a tiempo y evitar el comportamiento que estamos adquiriendo de dañar nuestro planeta.
La música no puede fallar en un buen espectáculo, en este caso hay música servida de todas las formas: en directo interpretando «Let me entertain you»(la carta de presentación de este espectáculo nada más empezar), «Welcome to the jungle» y «Knocking on Heaven’s door» , luego con música enlatada para ambientar ciertos números y ¡hasta con ópera, nos sorprende la compañía! Sin duda, la música va acompañada del cuerpo de baile, también conocidos como «clanes» o coloquialmente «los que hacen los números de circo», que están en constante movimiento de manera muy sutil o incluso prácticamente invisible, pero que acompañan la dinámica del número y cierran un círculo precioso en completa armonía. La duración del espectáculo no se hace larga, aun sabiendo que es un poquito más de dos horas, pero aun así los cambios entre número y número considero que se podrían hacer más rápidos y no alargar tanto algo que es innecesario hacer.
En definitiva, un espectáculo de 4 aplausos merecidos por su gran despliegue de recursos, su admirable puesta en escena y el maravilloso juego de luces, sonido y escenografía que maquillan el Apocalipsis con un tono de steampunkcon toques tribales y un poco de vestuario inspirado en «Juego de Tronos» que consigue hacer reflexionar al público, puesto de pié, con su número operístico final poniendo los pelos de punta.

¡¡¡Vaya espectáculo!!! No hay otra forma de describirlo. Para una neófita en el circo de hos horrores como yo, no hay mas que decir que es puro espectáculo. Debo decir que ese día llegamos a la caja mágica 45 minutos antes de que empezase la función y pensé que el tiempo se me haría eterno sentada en mi butaca hasta que empezase, pero nada más lejos de la realidad. La ambientación a la entrada al recinto despertaba tus sentidos y empezaba a involucrarte en un apocalipsis al mas puro estilo «MAD MAX». Una pantalla gigante proyectaba las imágenes de un mundo en guerra donde la humanidad hemos conseguido acabar con este planeta. Cuando quedaban 15 minutos para empezar entra una conexión en directo con un reportero que entrevista a los pocos supervivientes que estamos llegando al recinto a refugiarnos. Lo dicho, ambientación y animación desde antes de empezar y durante todo el espectáculo. Y , por fin, llega el momento. Empieza el rock´n Roll. Literalemte. Una banda de rock en escena a un volumen brutal da la entrada al maestro de ceremonias, el actor Suso Silva, que vuelve a meterse en la piel del maestro de ceremonias de este inusual circo, y a su clan. Y nos pone en antecedentes. La tierra se muere y los supervivientes se han dividido en clanes. Con ellos vamos a esperar a que llegue el definitivo fin del mundo, el APOCALIPSIS. Y mientras esperamos, los distintos clanes nos muestran sus habilidades, motoristas dentro de una gran jaula redonda o saltando grandes distancias haciendo acrobacias en el aire, equilibristas, acróbatas del aire, un lanzador de cuchillos, el clan de los maoríes, desde mi punto de vista el número más espectacular, que vuelan a gran altura y hacen equilibrios lanzados por un balancín, e incluso una bailaora flamenca conquistando y retando a la vez a un gaucho que baila con sus boleadoras. Números siempre acompañados por la banda de rock en directo, una cantante con una gran voz y un grupo de bailarines que no flaquean a la hora de mantener la energía y el buen «mal rollo» desde el inicio hasta el final, sin salir prácticamente de escena.

Un espectáculo sólido y bien trabajado dónde el buen saber hacer de Suso Silva tiene mucho que ver. Solo le hace falta aparecer en escena para atraer todas las miradas y la atención del público. Actor de peso y carisma donde los haya.

Solo me queda dar la enhorabuena a todo el equipo por un trabajo muy bien hecho.

Felicidades